El gol de Nayim que hizo campeón al Real Zaragoza

Un minuto, un último minuto, de un día de mayo de 1995 sucedió algo que ha marcado la historia del Real Zaragoza. El club aragonés alzó la Recopa de Europa en una final que se decidió con el increíble e histórico gol de Nayim.

Mohammed Alí Amar, más conocido por Nayim, puso a su tierra, Ceuta, en ese momento en el centro del Planeta Fútbol. La localidad situada en el extremo norte del continente africano ya había dado otros futbolistas que han dejado una profunda marca en grandes clubes europeos. Están los casos de Pirri en el Real Madrid y Migueli en el FC Barcelona. Incluso ha visto nacer a un medallista en los Juegos Olímpicos de Invierno, Regino Hernández. Pero lo que pasó con Nayim es especial por las circunstancias que se dieron.

El Real Zaragoza disputaba la antigua Recopa como ganador en España de la Copa del Rey de 1994. En aquella plantilla había jugadores que son leyenda zaragocista, Cedrún bajo palos, Belsué, Cáceres, Pardeza, ‘Paquete’ Higuera, Solana, Poyet, Aguado, Aragón, el propio Nayim, o Esnáider. Sus primeras rondas fueron un recorrido por Europa del Este para jugar contra el Gloria Bistrita rumano y el Tatran Presov eslovaco. Los cuartos de final presentaron a un rival con más nombre, el Feyenoord holandés, al que hubo que remontar en La Romareda, con un 2-0, después de la derrota por 1-0 en los Países Bajos.

En la semifinal tocó otro hueso, el Chelsea inglés. La eliminatoria se puso de cara con el 3-0 en Zaragoza, pero se pasaron apuros con el intento de remontada de los londinenses que al final solo sacaron un 3-1 en casa.

Si, si, si, nos vamos a París

Y el día soñado llegó el 10 de mayo, en París, en el Parque de los Príncipes y ante unas 42.000 personas. La final de la Recopa que encuadraba el Real Zaragoza con otro equipo inglés, el Arsenal, el vigente campeón, que se presentaba con Ian Wright, el máximo artillero de la competición con nueve goles. Justo detrás estaba Esnáider, con siete hasta que marcó el octavo inaugurando el marcador en el minuto 68. Hartson empató a falta de un cuarto de hora del final del tiempo reglamentario, que se tuvo que alargar con la prórroga.

El gol de Nayim

Cuando el periodo añadido se agotaba, ya entrado el último minuto, Cedrún hizo un saque de portería largo que la defensa ‘gunner’ despejó con poca contundencia hacia donde estaba Nayim, que desde poco más de la línea de medio campo y escorado a la derecha, paró la pelota con el pecho, dejó que botara y le propinó un zapatazo que dibujó una parábola de medio centenar de metros directa a la portería rival. El portero inglés David Seaman puso, sin querer, algo de su parte estando avanzado y no pudiendo retroceder adecuadamente. Por poco la para, pero el balón le sobrepasó, besó las redes y él se quedó sentado dentro de la portería, recostado sobre su lado derecho, con cara de circunstancias y con el esférico justo delante suyo, situado sobre la línea de gol.

Un abatimiento que contrastó con la euforia de los jugadores zaragocistas, el entrenador Víctor Fernández y los aficionados maños. También, por qué no decirlo, de los seguidores del Tottenham Hotspur, equipo con el que el Arsenal mantiene una rivalidad en el norte de Londres. Cosas de la vida, Nayim había jugado con los ‘spurs’ justo antes de recalar en Zaragoza.

Después de la final de Champions League perdida por el Arsenal contra el Barça, los aficionados de Tottenham idearon el cántico “Nayim from 50, Belletti from 2”, para recordar los metros desde donde se hicieron los goles que sentenciaron a los ‘gunners’.

El tanto del ceutí en el minuto 119 quedó grabado en la historia del fútbol, y en más sitios. La localidad de Trasmoz le dedicó una calle, Gol de Nayim, y la población de Alagón tiene el parque Gol de Nayim. También la capital, Zaragoza, cuenta con la calle Mohammed Alí Amar Nayim.