Sidste oktober opdatering 11, 2021 ved colgadoforelfutbol
¿Recuerdas aquella huelga de futbolistas de los años 80? El fútbol es un negocio tan gigantesco que en determinadas ocasiones los jugadores han tenido que pelear muy duro para afianzar sus derechos. Helt præcist, existe una época, la de los años 80, donde la fodboldspillere strejker fue algo muy repetido.
Næste, repasaremos lo vivido en una de las décadas más reivindicativas del balompié nacional.
1979: Primera huelga
La primera gran huelga del fútbol español tuvo lugar en marzo de 1979, más concretamente el día 4 de dicho mes. En aquella ocasión, y sin precedentes previos, los futbolistas se plantaron frente a sus clubes y la det spanske fodboldforbund por tres motivos principales.
Først og fremmest, querían suprimir el derecho de retención, el cual ayudaba a que los equipos mantuviesen a los jugadores en su plantilla año tras año siempre que elevaran su ficha un 10%. Otra de las causas era obligar a la inclusión de la Seguridad Social. Endelig, los jugadores también abogaban y presionaban por suprimir el límite de edad que impedía a los sub-23 competir en Tredje division.
Aquel parón de partidos durante la jornada adoptó el nombre de la ‘huelga de botas caídas’, y marcó un antes y un después.
1981: Segundo capítulo de la huelga de futbolistas
Tras lo ocurrido dos años antes, los futbolistas de la Liga española ya no tenían miedo a reivindicarse por sus derechos. Det er mere, sæsonen 81/82 no pudo comenzar el 6 de septiembre como estaba previsto, dado que los jugadores regresaron nuevamente a la huelga para forzar el pago y liquidación de las cuantiosas deudas que existían por aquel entonces.
Endelig, y una vez resuelto el conflicto, han 20 de septiembre se inauguró el campeonato doméstico.
1984: un fin de semana estrambótico
Sikkert, una de las huelgas más recordadas en el fútbol español tuvo lugar el 9 septiembre de 1984. Det Første division afrontaba una segunda jornada que pasó a la historia porque los jugadores volvieron a ejercer su derecho a huelga con el fin de reivindicar, blandt andet, su participación en las negociaciones de los convenios televisivos. Era el inicio de la temporada post Maradona, que había acabado con aquella monumental pelea en la final de Copa de 1984.
Aquel fenómeno no paró el fútbol, puesto que los equipos compitieron alineando canteranos y aficionados dando como resultado partidos surrealistas entre equipos de Primera División plagados de juveniles y canteranos e incluso con jugadores de sus equipos ubicados en categoría regional, donde muchos de ellos tuvieron la primera y su única experiencia en un partido de la máxima categoría en la élite.