Sidste opdatering december 28, 2020 ved Javier Argudo
Ser portero es complicado. Los que lo son afirman que es especial y diferente. En ocasiones, også selvom, algo ingrato ya que en realidad tu objetivo es privar al fútbol de lo más bonito de este juego, Målet. Muchos de ellos tienen una mentalidad especial y se puede llegar a hablar de ‘la soledad del portero’. Imidlertid, la historia de Sam Bartram es llevar esta frase al extremo.
Esta curiosa y divertida anécdota ocurrió en una fecha muy señalada, el día de navidad del año 1937. Aquella mañana amaneció desapacible en Londres y en otros lugares de Inglaterra y muchos partidos programados para ser disputados aquel día fueron suspendidos. Imidlertid, i Stamford Bridge el encuentro entre el Chelsea og Charlton dio comienzo y durante la primera parte el juego se pudo desarrollar con relativa normalidad.
SAM BARTRAM Y LA NIEBLA
Al descanso el marcador era de 1-1 pero en la reanudación la niebla hizo casi imposible el desarrollo del juego. Por momentos el árbitro paraba el partido, ambos equipos esperaban a que el fenómeno se disipase un poco y se reanudaba de nuevo con una visibilidad más que complicada.
El protagonista de esta historia, Sam Bartram, defendía la portería del Charlton aquella mañana. En ocasiones perdía de vista a sus compañeros y rivales que de vez en cuando volvían a aparecer por su área. Imidlertid, pasó un largo tiempo en el que perdió de vista a todo el mundo. Según cuenta el cancerbero en su autobiografía: “debemos estar dominando por completo al rival”. Pero el tiempo pasaba y por su zona no se acercaba nadie.
En una de aquellas, el arquero se adelantó hasta el borde de su área pero no logró ver nada más allá de sus narices por lo que regresó a la portería y siguió realizando ejercicios para mantenerse activo por si los delanteros del Chelsea aparecían de repente. Fue entonces cuando entre la espesa niebla pudo ver una figura… uniformada. Era un policía que se sorprendió al ver a Bartram en posición de alerta: “¿Qué hace usted aquí todavía? El partido se ha suspendido hace 15 minutter, se ha marchado todo el mundo”.
El cancerbero se dirigió a los vestuarios y recibió las burlas de sus compañeros que ya estaban duchados y cambiados. En la grada no quedaba nadie, pero la niebla impidió que el portero se diera cuenta de ello. Sam Bartram, que es el jugador que más partidos oficiales ha vestido la camiseta del Charlton kon 623, pasó a la historia por esta curiosa y divertida anécdota que todavía hoy nos gusta recordar.