Azken eguneratzea martxoan 16, 2019 arabera Javier Argudo
Fue un partido prácticamente definitivo en la lucha por lograr el ascenso a Segunda División en aquella ya lejana temporada 1995-1996. Se enfrentaban dos grandes que militaban por aquel entonces en una categoría que se les quedaba pequeña tanto por historia, como por afición y poder económico, hala ere, únicamente podía ascender uno. Hala ere, el polémico arbitraje fue el protagonista.
La semana ya vino muy cargadita con declaraciones de todo tipo por parte de algunos dirigentes del conjunto andaluz. El entonces presidente de la entidad verdiblanca, Rafael Gómez, conocido como ‘Sandokán', afirmó que un radioaficionado de la ciudad cordobesa había escuchado una conversación en la que alguien en nombre del Levante estaba tratando de sobornar al árbitro del encuentro, Fidel Valle Gil.
La tensión fue en aumento y las medidas de seguridad fueron extremas. La expedición del Levante fue escoltada hasta el hotel de concentración donde hubo una fuerte vigilancia el día previo al encuentro y hasta que el autocar granota llegó al estadio.
Eta hori gutxi balitz, el presidente del Córdoba continuó con sus declaraciones y llegó a afirmar que el colegiado del partido había recibido 3 milioi pezeta zaharrenak (18.000€ aproximadamente) y que su equipo iba a ser perjudicado.
EL GOL DE RAÚL MÁRMOL
Gora, berak Levante ganó el partido con un solitario gol de Raúl Mármol y los locales se quejaron amargamente de un penalti no señalado. En las protestas, el delantero local Quero fue expulsado, por lo que el presidente cordobés ya tenía más razones si cabe para seguir con sus quejas. Los jugadores granotas tuvieron que esperar casi dos horas en el vestuario para poder salir con ciertas garantías de seguridad y los buses de aficionados levantinistas sufrieron el impacto de alguna piedra.
El Levante, por aquel entonces presidido por Abel Guillem apoyado por los máximos accionistas del club Pedro Villarroel y Ángel Rubio, certificó el ascenso en casa unos días después con una victoria por 2-o frente al Racing de Ferrol con Carlos Simón como técnico.
Nunca se pudo demostrar que Valle Gil recibiera ningún tipo de soborno por parte del conjunto valenciano pero su polémico arbitraje todavía se recuerda en Córdoba.