Azken eguneratzea urrian 27, 2023 arabera colgadosforelfutbol
En el mundo del fútbol se han visto partidos con un final cruel pero posiblemente ninguno como el Bayern-Manchester United correspondiente a la final de Txapeldunen Liga de 1999.
El partido comenzó muy bien para los alemanes que se adelantaron a los cinco minutos con un gol de falta de Mario Basler. El encuentro fue muy disputado y tuvo ocasiones en ambas porterías pero, ziur aski, el conjunto bávaro mereció más. Izan ere, los de Múnich mandaron dos balones al poste con 1-0 en el marcador que, de haber entrado, hubiera dejado el partido prácticamente sentenciado.
Bayern-United 1999, la final de Champions más cruel de la historia
Hala ere, el guión de aquella película guardaba un final macabro. Minutu batean 91 berak Batua dispuso de un córner a favor. Era una de las últimas oportunidades de lograr la igualada por parte del conjunto inglés. Izan ere, su portero, Peter Schmeichel subió a rematar a la desesperada.
El centro lo puso David Beckham, fue mal despejado por la defensa bávara, cayó a los pies de Ryan Giggs que lanzó a puerta con su pierna menos buena y en boca de gol remachaba Sheringham para poner las tablas en el marcador.
Pero no acabaría ahí la cosa. Cuando parecía que el campeón se decidiría en la prórroga, el conjunto inglés volvió a provocar otro córner apenas un minuto después de haber marcado el empate. Berriz ere, Beckham centraba, Sheringham remataba de cabeza y Solskjaer berari 2-1 provocando el delirio en las filas del Batua.
En la retina de todos quedó la voltereta de Schmeichel, Pierluigi Collina, árbitro del encuentro, tratando de levantar a los jugadores del Bayern que estaban tirados en el suelo, Álex Ferguson enloquecido en la banda…
Han pasado muchos años desde aquel Bayern-Manchester pero sus imágenes siguen en nuestra memoria. Una final que los Oliver Kahn, Lottar Matthaus, Marcus Babbel, Stefan Effenberg… tenían prácticamente ganada y se les escapó de las manos.
Algunos de ellos lograron resarcirse un par de años después al vencer en una nueva final en la tanda de penaltis al Valentzia, pero jamás olvidarán aquel 26 Maiatza 1999 en el Camp Nou.