Los mejores goles de la historia de las Eurocopas de fútbol

¿Cuáles son los mejores goles de la historia de las Eurocopas? La Euro, es la competición más importante del viejo continente a nivel de selecciones nacionales. Desde su creación en el año 1958, logikoki, han sido muchos los goles que se han anotado. En esta lista hemos recogido, gure ustez, los 10 mejores goles de la historia de esta competición.

Los mejores goles de la historia de las Eurocopas

MARIO BALOTELLI

Derechazo imparable en un partido que enfrentó a Italia contra Alemania en la Eurokopa 2012.

DAVOR SUKER

Preciosa vaselina del delantero croata para batir a Peter Schmeichel en la edición de 1996.

ZINEDINE ZIDANE

Tiro libre magistral de Zizou. Nada puede hacer Santi Canizares, portero español, para evitar el gol en la Euroa 2000.

THOMAS BROLIN

Los Suediako futbolariak ya empezaban a dar muestras de su poderío en la Eurocopa de 1992. Brolin anota contra Inglaterra.

PAUL GASCOIGNE

Uno de los goles más icónicos de la estrella de Inglaterra. Paul Gascoigne marca contra Escocia en 1996.

JORDI ALBA

Un gol que resume a la perfección lo que era España en aquella época. Jordi Alba culmina una jugada colectiva del equipo español en la final de 2012 contra Italia.

RONNIE WHELAN

El irlandés marca uno de los mejores goles de la historia de esta competición, dudarik gabe. Gainera, fue contra la poderosa SESB que acabaría jugando la final en aquella edición de 1988.

KAREL POBORSKI

Golazo del futbolista checo que levanta sutilmente la pelota por encima del guardameta portugués Vitor Baia. Los checos fueron una de las sensaciones de aquella Eurokopa 1996.

ZLATAN IBRAHIMOVIC

La colección de golazos del sueco Ibrahimovic daría para un vídeo muy largo. Uno de ellos lo anotó en 2008 en un partido entre Suecia e Italia. El remate no puede ser más complicado, aunque él lo hace fácil.

MARCO VAN BASTEN

Zalantzarik gabe, el mejor gol de la historia de las Eurocopas y, baliteke, uno de los mejores goles de todos los tiempos. La volea mítica de Van Basten en la final que enfrentó a Holanda y a la URSS en 1988 ha quedado para siempre en nuestra memoria. Una obra de arte de uno de los mejores jugadores holandeses de la historia.