El delantero se convirtió en uno de los grandes goleadores del fútbol español en la década de los 80 y 90. Primero jugó en el filial del Barça y después de pasar por varios equipos de Primera División como el Elche, Hércules y Real Murcia, fichó por el Real Oviedo con el que se proclamó máximo goleador de Segunda División en la temporada 1987-1988.
Esto le sirvió para fichar por el Atlético de Madrid con el que volvió a tener oportunidad de destacar en Primera División pero nuevamente no cuajó y regresó a las filas oviedistas donde explotó definitivamente durante 7 temporadas consecutivas en las que se hinchó a marcar goles tanto en Liga como en Copa llegando a disputar competición europea con el equipo carbayón.
Carlos Muñoz y el Carlos Tartiere
Que la afición del Real Oviedo es una de las más fieles y pasionales del fútbol español es algo que saben muy bien los futbolistas que a lo largo de los años han vestido la camiseta carbayona.
CarlosMuñoz era un ídolo para la grada sin embargo también tuvo sus más y sus menos. Según parece en un partido el público no estaba demasiado contento con su rendimiento por lo que se escuchó algún silbido hacia el futbolista que poco después marcó un gol y dedicó varios cortes de marga a la grada. Por supuesto, el gesto no gustó nada a la afición que abucheó al delantero cada vez que éste tocaba la pelota.
Pero Carlos acabó con aquellos pitos de la mejor forma. Marcando otro gol y haciendo las paces con su gente. El atacante consiguió su segundo tanto y se marchó al centro del campo para hacer 4 reverencias a las cuatro gradas del viejo Carlos Tartiere para pedir disculpas al mismo tiempo que rezaba «hijos de puta, hijos de puta, hijos de puta». Cosas de la calentura del momento, por supuesto, de uno de los mejores delanteros de la historia del Real Oviedo.
Una alineación del Real Oviedo 1994-95 con Carlos Muñoz junto a jugadores como Oli, Prosinecki, Berto, Cristobal y Mora entre otros. FOTO: Marca
