Última actualización diciembre 14, 2019 por Javier Argudo
Fue uno de los fichajes estrella del Athletic Club de finales de los 90. El presidente del club, José Mari Arrate, pagó por el lateral vasco-francés 300 millones al de las antiguas pesetas al Girondins de Burdeos para hacerse con sus servicios aunque el rendimiento de Lizarazu no fue el esperado y únicamente vistió la camiseta rojiblanca esa temporada 1996-1997.
En una entrevista que el ex jugador concedió a la revista Líbero hizo una serie de confesiones de aquella época. En primer lugar, Bixente Lizarazu reconoció que por aquel entonces tuvo ofertas de clubes de superior categoría como el Arsenal o el propio Bayern de Munich pero que se decidió por la del Athletic Club de Bilbao ya que cuando era niño seguía la Liga española.
Lo más sorprendente es que, según palabras del propio futbolista, el equipo al que seguía de pequeño era la Real Sociedad ya que su padre era socio del conjunto txuri-urdin y tuvo la oportunidad de disfrutar de aquel mítico equipo que fue campeón de Liga en dos ocasiones y que disputó la Copa de Europa con jugadores como Arconada o López Ufarte en el también mítico estadio de Atotxa.
Después de vestir la camiseta rojiblanca del Athletic durante 18 partidos oficiales (16 de Liga y 2 de Copa) se marchó al Bayern de Munich donde encontró la estabilidad y triunfó durante 8 temporadas y media.
Su trayectoria como león fue corta y ni él ni la afición de San Mamés guardan muy buen recuerdo de aquella temporada en la que una serie de lesiones y algunas excentricidades del futbolista impidieron que tuviera la continuidad necesaria. Por si fuera poco, declararse seguidor del eterno rival no le ayudará a que su imagen y el concepto que la afición tenía sobre él mejore demasiado.