Amavisca y Zamorano formaron una pareja letal. Foto: marca.com
José Emilio Amavisca Gárate fue, para algunos de los que nacimos en los 80, uno de los primeros ídolos de infancia. Seguramente no tenía el brillo ni el glamour de otros jugadores de la época, incluso compañeros suyos en su etapa dorada en el Real Madrid pero, sin duda, fue un jugador importantísimo en todos los equipos que jugó y logró títulos que jugadores con mucho más caché y marketing no pueden más que soñar.
Nacido en Laredo (Cantabria) comenzó a dar sus primeras patadas a un balón en las categorías inferiores del equipo de su pueblo. De ahí pasó al Valladolid Promesas y pronto dio el salto a la Primera División debutando con el equipo de Pucela en la temporada 1989-1990. Después de salir cedido al Lleida, volvió a tierras vallisoletanas para asentarse en el equipo de Zorrilla.
Equipo Olímpico Español que se proclamó campeón en los JJOO de Barcelona 92. Foto: ElPaís
Su buen hacer en el Valladolid le permite fichar, ni más ni menos, que por el Real Madrid de Jorge Valdano. Aunque en un principio el técnico argentino no contaba demasiado con él, el cántabro a base de trabajo supo hacerse un hueco en la plantilla madridista.
En su primera temporada (1994-1995), fue el jugador revelación de la liga, logrando 10 goles y múltiples asistencias, formando una pareja temible con el chileno Iván Zamorano. El Real Madrid se proclamó campeón de liga y fue capaz de golear por 5-0 al Barcelona en el Bernabéu (con gol de Amavisca incluido).
‘LA SÉPTIMA’ Y LA INTERCONTINENTAL
Pero sin duda, el título más importante en la carrera de Jose Emilio Amavisca sería el logrado en la mítica final de Amsterdam en la que el Real Madrid vencería por 1-0 a la Juventus de Zidane con un gol de Pedja Mijatovic.
En dicha final, el cántabro tuvo la oportunidad de salir en el minuto 90 de partido en sustitución de Raúl y pasar así a la historia. Tan sólo unos meses después, se proclamaría campeón de la Intercontinental en la final que el Real Madrid venció al Vasco de Gama.
Plantilla del Real Madrid celebrando la consecución de la 7ª Copa de Europa. Foto: realmadrid.com
Poco a poco, fue perdiendo protagonismo en las alineaciones. Con la llegada de Guus Hiddink, se decide a volver a su Cantabria natal para fichar por el Racing de Santander, en el que permanece dos temporadas rindiendo a gran nivel.
‘CENTENARIAZO’ Y RETIRADA
Nuevamente, su buen hacer en el Racing le permite fichar por el Deportivo de la Coruña. Se trata de un equipo que por aquel entonces se codeaba con los grandes de la Liga y de Europa. No en vano, Amavisca formó parte del histórico Dépor que logró vencer la final de Copa del Rey al Real Madrid en el Bernabéu en año de su Centenario. Casi nada.
Después de permanecer tres temporadas en A Coruña, firma por el Espanyol, donde tan sólo juega una temporada (2004-2005) y al término de la misma, decide colgar las botas.
SELECCIÓN ESPAÑOLA
Además de la ya mencionada Medalla de Oro lograda en Barcelona ’92, José Emilio Amavisca defendió La Roja hasta en 15 ocasiones, siendo convocado para la Eurocopa ’96 y el Mundial ’98.
Algunos nunca olvidaremos su larga melena y su celebración característica, rodilla en el suelo, cabeza agachada y dedo señalando al cielo, dedicatoria para un buen amigo que perdió la vida en un accidente.
Sin duda, un jugador histórico de nuestro fútbol, que nunca fue una estrella, pero que siempre rindió en todos los equipos en los que jugó, completando un palmarés envidiable: 2 Ligas, 2 Supercopas de España, 1 Copa del Rey, 1 Medalla de Oro en los JJOO de Barcelona 92, 1 Copa de Europa y 1 Intercontinental.
