Última actualización julio 3, 2019 por Javier Argudo
Muchas veces hablamos de los primeros futbolistas extranjeros en arribar a nuestro fútbol. Sin embargo, hoy vamos a contar la historia del primer español en llegar al fútbol inglés.
Nicasio Goitisolo Zubizarreta nació un 10 de octubre del año 1889 en Liverpool. Era hijo de vascos y siempre mantuvo su nacionalidad española. Su padre, natural de Lekeitio, era capitán de la marina mercante y estaba destinado en esa ciudad como responsable de una compañía naviera. Contacta con el fútbol desde su más tierna infancia, primero en el Saint Francis Xavier’s College, donde cursa estudios y, posteriormente, en el Old Xaverians, equipo formado fundamentalmente por estudiantes y antiguos alumnos del citado centro educativo católico, uno de los pocos de tal condición en una ciudad de mayoría protestante, y donde un alto porcentaje del alumnado procedía de descendientes de emigrantes irlandeses. De los más pudientes entre ellos, eso sí.
Rápidamente empieza a destacar en el club colegial y es captado para un equipo de mayor relevancia: el Racing F.C. de Liverpool, donde comienza a ver posible el sueño de llegar a ser un futbolista del más alto nivel. En 1905, como máximo goleador del conjunto racinguista llama la atención de uno de los dos grandes clubes de la ciudad: El Liverpool F.C. Se celebra un amistoso entre el Racing y el conjunto de Anfield, con el objeto de observar y valorar la posible incorporación del español al conjunto “red”.
Goitisolo pasó la prueba y realizó un encuentro aceptable jugando en la posición de extremo derecho, pero la burocracia del fútbol inglés se cruzó en su camino e impidió que el delantero de origen vasco fuera el primer español en vestir la camiseta del hoy sextacampeón de Europa. Una nueva norma de la “Football League” inglesa, prohibía a los clubes jugar con menores de dieciocho años. El joven apenas contaba con dieciséis, debía jugar con los equipos juveniles, algo que le parecía un retroceso, después de la gran temporada que había hecho en el Racing, disputando encuentros contra rivales que le doblaban la edad.
EL ARSENAL FICHA A GOITISOLO
Pero el joven no desesperó en su afán de ser futbolista. Ese mismo año 1905, al acabar el bachillerato, convenció a sus padres de su intención de estudiar Magisterio y de la necesidad de cursar dichos estudios en un centro de prestigio y éstos, alegaba, estaban en Londres. Y para allí se fue con una documentación que falsificaba su edad, dieciocho años en lugar de los dieciséis que tenía, y con la intención de llamar a la puerta de cuantos clubes fuera necesario. Y a la primera consiguió su objetivo. Tras probar con el Arsenal fue fichado por el club “gunner” para la posición de extremo derecho.
Era una época en la que no existían cambios durante los partidos y, tal circunstancia, limitaba mucho las opciones de jugar de los más jóvenes. Al poco tiempo, y tras disputar algunos partidos con los armeros, menos de los que él deseaba, decidió cambiar de aires en busca de un mayor protagonismo y fichó por el Crystal Palace, otro reputado del fútbol inglés. Allí tuvo aún peor suerte, cuando llevaba poco más de un mes, y después de haber disputado dos o tres encuentros, se desata la polémica: descubren, no se sabe si debido a un chivatazo, la falsificación de su ficha y se ve obligado a abandonar el club londinense y cualquier opción de jugar en Inglaterra al más alto nivel antes de cumplir los dieciocho. Demasiada espera para un ansioso Goitisolo.
Abandona también sus estudios universitarios y regresa de nuevo a Liverpool para, un año más tarde, enrolarse durante unos meses, y reforzar para el final de temporada a uno de los equipos más importantes del momento del fútbol escocés: el Third Lanark Athletic Club de Gasglow, ya que en las competiciones federadas escocesas no había límite de edad. Con diecisiete años firma con un equipo que el año anterior había ganado la Copa de Escocia y con Goitisolo en la plantilla juega la final de la Copa de 1906, aunque el español no llegó a disputarla, perdiéndola contra el Hearts.
CARRERA EN ESPAÑA
Tras su estancia escocesa vuelve al Racing F.C. de Liverpool durante un año más y a finales del siguiente regresa a España. Tras un corto periodo de inactividad, prueba con el Athletic de Bilbao, con quien llega a jugar un partido amistoso. No pasa el corte y es descartado. De allí, se va a jugar con sus vecinos de San Sebastián, con la Real Sociedad. Goitisolo forma parte del primer encuentro que disputa el club donostiarra, el 26 de marzo del 1910, contra el London Nodmans. En el equipo vasco jugaban además dos futbolistas ingleses que harían historia en los primeros tiempos del club: Simmons y el gran goleador McGuinness.
Cuatro años de éxitos en la Real Sociedad hicieron que recibiera el apodo, por parte de la prensa vasca, de “el mago del dribling”. En 1914, decide regresar a Inglaterra, pero el estallido de la Primera Guerra Mundial, hace que el fútbol se paralice, muy especialmente el ya semi-profesional. En 1919, regresa a España y lo hace a Avilés, donde residía su hermana Adelina. Allí, entabla amistad con el que fuera también futbolista, el asturiano Joaquín Cadavieco, quien le encuentra un trabajo de traductor de inglés para una compañía naviera. Así pues, instalado en Avilés, recibe la oferta por parte del presidente del Stadium Avilesino (hoy, Real Avilés) Julio González Pumariega, para jugar en su equipo. Goitisolo acepta y el refuerzo para los blanquiazules es de vital trascendencia.
En 1920, el Stadium Avilesino se proclama campeón de España de Segunda Categoría, su único título en su dilatada carrera. Después de cinco años de éxitos como jugador en el club blanquiazul, cuelga las botas y pasa, directamente, a ejercer de entrenador del mismo equipo. Siete años en el club decano del fútbol asturiano y otro en el Racing de Sama cierran su vínculo directo con el fútbol y su retirada efectiva, pasando a convertirse en un aficionado más. Un aficionado que fue el pimer español en jugar en el prestigioso fútbol inglés, en el Arsenal y en el Crystal Palace, entre otros. Nada más y nada menos.