¿Por qué los del Barça son ‘culés’ y los del RCD Espanyol ‘periquitos’?

FC Barcelona y RCD Espanyol mantienen una rivalidad muy grande tanto a nivel de clubes como de aficiones. Hoy repasaremos los motivos por los que los seguidores de ambos equipos reciben el mote de culés y periquitos respectivamente, apodos que la gran mayoría de aficionados al fútbol habrán oído en innumerables ocasiones.

¿Por qué los del Espanyol son periquitos?

Vaya por delante que alguno de los lectores no estará de acuerdo con lo que hoy vamos a escribir, pero después de documentarnos bastante, creemos que esta es la versión más acertada sobre el sobrenombre de ‘pericos’ o ‘periquitos’ para dirigirse a los aficionados y/o futbolistas del RCD Espanyol. Vamos allá.

En los años 20, existían en varios periódicos unas tiras cómicas del famoso gato Félix, al cual se le llamaba ‘Gato Periquito’ en España. En un partido que jugó el conjunto españolista acudieron muy pocos espectadores, como suele decirse, acudieron ‘cuatro gatos’, algo que sirvió para que Valentí Castanys, dibujante de la época, realizara una viñeta cómica en ‘El Xut’ semanario deportivo catalán que perduró desde 1922 a 1936, dibujando cuatro gatos en la grada. Los cuatro ‘gatos periquitos’ se hicieron bastante populares y a partir de ahí se empezó a conocer con ese apodo a los aficionados del Espanyol.

Lejos de esta versión y como pasa con los apodos de otros equipos, existe otra en la cual se afirma que el mote se acuñó cuando el conjunto blanquiazul se mudó al Estadio de Sarrià. En los alrededores del mismo habían bastantes árboles y dicen que en ellos anidaba esta especie de aves. Sin embargo, la versión anterior parece tener mayor veracidad que esta otra que parece más de andar por casa. Sea como fuere, el club blanquiazul luce con orgullo su apodo y su mascota es, desde hace muchos años, un periquito blanquiazul.

¿Por qué los del Barça son culés?

En este caso existe una sola versión sobre el sobrenombre con el que son conocidos los aficionados del Barça. En los años en los que el conjunto blaugrana jugaba en su antiguo Camp de Les Corts era bastante habitual que la tribuna principal se llenara. De esta manera, los aficionados de las últimas filas dejaban al descubierto sus posaderas las cuales eran visibles desde la calle para el resto de peatones que paseaban.

Este hecho dejaba bien a las claras que el antiguo estadio del Barça se estaba quedando pequeño (según parece gracias a que cada vez era más gente la que quería ver en acción a Kubala, gran estrella del equipo culé en aquellos tiempos). De esta forma, en 1957 el conjunto catalán inauguró el Camp Nou y el equipo y su afición se mudaron a la que ha sido su casa desde entonces hasta nuestros días.