Cómo el exceso de confianza puede perjudicar tu capacidad para apostar

Cómo el exceso de confianza puede perjudicar tu capacidad para apostar

Las apuestas deportivas nos hacen actuar de una manera concreta. Cuando estamos realizando una predicción, pensamos que tenemos la razón por encima de los demás. Creemos con una fe ciega de que vamos a conseguir ganar esa apuesta, y es algo en lo que ponemos todo nuestro corazón. Da igual si somos fieles a una casa en concreto o utilizamos un comparador apuestas deportivas para hacerlo, nuestras ilusiones se materializan en ese sentido. Pero hay algo que el jugador debe tener claro. Eso no es otro que tener que lidiar con el exceso de confianza. Cuando esto ocurre, se nubla nuestra capacidad de hacer buenas apuestas y lo que se obtiene como resultado son pérdidas. Algo que un jugador habitual no puede permitirse, al menos, durante ucho tiempo.

 

La confianza mata cualquier predicción posible

 

El exceso de confianza lleva a pensar que lo que estamos haciendo es mejor que lo de los demás y, por tanto, lo único que estamos haciendo es no conseguir buenos resultados. Un estudio realizado en Suecia en 1981 arrojó un resultado curioso, cuando estamos seguros al 100% de algo, lo más probable es que nos equivoquemos un 20% de las veces. Las verdades absolutas no existen, y en el mundo de las apuestas deportivas, menos.

Si tenemos un sesgo innato hacia el exceso de confianza, algo habitual en el mundo del apostador, y nos enfrentamos a un mercado que es predictivamente confiable a largo plazo, lo más probable es que la mayoría de quienes realizan apuestas pierdan dinero a lo largo de su recorriendo vital en una casa. Y, por supuesto, la mayoría lo hace y cumple con esa regla, la del fracaso directo.

Con las apuestas ocurre algo muy curioso, tenemos tendencia a apostar de manera confiada con nuestros equipos o jugadores favoritos. Por ejemplo, si somos fans de Fernando Alonso, aún sabiendo que no está en condiciones de ganar de manera firme una carrera, podremos apostar por él sin ningún tipo de reparo. Mientras un apostante no sea capaz de separar su pasión de la realidad deportiva, lo mas probable es que esas apuestas vayan directamente por el desagüe.

 

La importante labor de la psicología en las apuestas

A la hora de realizar apuestas deportivas, hay que jugar mucho con la estadística y la probabilidad. Las corazonadas generalmente no suelen ser buenos pronósticos y no ayudan en absoluto, solo a que tu cartera se vacíe. Es difícil, pero la psicología a la hora de apostar juega un papel relevante, y quienes son capaces de tener esto muy claro son quienes obtienen mejores resultados. Una apuesta no es elegir un momento de euforia y meter dinero a nuestro equipo favorito, parte de la base de realizar un análisis y manejar datos reales. la estadística y la probabilidad juegan un importante papel en ese sentido, y quien apuesta de manera frecuente y obtiene buenos resultados lo lleva a cabo.

Seguir un promedio de resultados y aplicarlo a las apuestas es lo que hace de esa actividad algo interesante y que minimiza las posibilidades de fracaso. Todo lo que vaya en una dirección opuesta tendrá como resultado que el apostante se termine aburriendo de perder dinero. Es cierto que el componente lúdico del juego de las apuestas deportivas es siempre un factor a tener en cuenta. Pero ha de quedar claro que siempre hay un importante trabajo detrás de manejar muchos resultados, estadísticas y probabilidades y ponerse manos a la obra en ese sentido. Solo de esta manera podremos conseguir que apostar se convierta en una actividad segura y que proporcione el interesante estímulo de ganar algo de dinero.

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