Pacheta, un técnico con espíritu numantino

José Rojo, Pacheta en el mundo futbolístico, es uno de los ejemplos de trabajo para poner en valor lo conocido como ‘el fútbol profesional modesto’, tanto como jugador como entrenador. Como técnico en La Liga ha revolucionado la trayectoria del SD Huesca, después de un exitoso paso por el Elche. Y si hay un club que ha marcado su carrera ese es el Numancia, lo que pudo haber desarrollado su espíritu numantino para afrontar retos.

Este centrocampista todoterreno comenzó su carrera como futbolista en 1987 en su tierra, Burgos, militando dos años en el Racing Lermeño. Después tuvo breves estancias en el Numancia, el Real Burgos, el Atlético de Marbella y el CD Mérida. En 1994 dio el salto a primera división fichando por el Espanyol, donde estuvo cinco años y coincidió con técnicos con mucha personalidad como Camacho y el Loco Bielsa.

En la temporada del cambio de milenio volvió a las filas del CD Numancia, ya como un jugador consolidado y reforzando a aquel histórico equipo soriano que llegó a primera. Dos años se mantuvo en la categoría y continuó dos más en segunda hasta que colgó las botas en 2003.

Pacheta, debut como entrenador, en Primera y desde los despachos

Su vida siguió ligada al club de Soria, para el que enseguida empezó a trabajar como adjunto al director deportivo, primero, y después ya como el director deportivo. En esos años en los que fue equipo ascensor entre las categorías de oro y plata, Pacheta vivió su primera experiencia como entrenador en la élite.

En la temporada 2008-2009, el club destituyó a Sergio Kresic (un clásico de los banquillos españoles en las décadas de los 90 y los 2000, y que en Marbella había entrenado al protagonista de este artículo) y desde la dirección deportiva Pacheta pasó a tomar el relevo en las riendas del equipo en primera división. No fue suficiente para mantener la categoría y la temporada siguiente volvió a la labor en los despachos. Eso sí, la afición a los banquillos se había despertado.

En 2010 surgió la posibilidad de dirigir el Oviedo, donde entrenó dos temporadas, y después estuvo un año en Cartagena. Durante esa estancia en segunda B también encabezó la selección AFE-España en el FIFPro Tournament 2013 en los Países Bajos, y con ese combinado de la asociación de futbolistas fue campeón.

Experiencias exóticas hasta encontrar un lugar en LaLiga

A continuación llegaron las aventuras en el extranjero. En la 2013-2014 viajó a Polonia para encargarse una temporada del Korona Kielce. Y, después de un año otra vez en la 2a B española con el Hércules de Alicante, tuvo una experiencia exótica entrenando el Ratchaburi de la Premier League tailandesa.

Comenzando 2018 empezó su etapa de éxitos. Aterrizó en febrero en el Elche CF y en media temporada consiguió el ascenso de 2a B a segunda división. El siguiente año consolidó la categoría, para conseguir el ansiado ascenso a primera en la 2019-2020, después de una fase de promoción muy extendida en el tiempo. A pesar del logro, no se le renovó del cargo y se tuvo que marchar del banquillo alicantino; eso sí, con el cariño de la afición y de la ciudad ilicitana que le otorgó la distinción de la medalla de plata del Bimilenario de Elche. Sobre esta etapa como franjiverde ha escrito, junto a Juan Carlos Cubeiro, el libro ‘Un equipo honesto, así ascendimos a Primera’.

Después de unos meses de espera le llegó la oportunidad de entrenar, otra vez, en la primera división de LaLiga. Y otra vez arrancando a mitad de temporada. Llegó para substituir a Michel en el banquillo de una SD Huesca que estaba al final de la tabla. Pero con el espíritu competitivo de Pacheta, y la trasmisión a los jugadores de su resistencia numantina, ha conseguido que los aragoneses pudieran salir de la zona de descenso.