Última actualización enero 13, 2020 por Javier Argudo
Fue el amargo final de uno de los mejores jugadores cántabros de las últimas décadas. Quique Setién contaba con 37 años y ya veía más partidos desde el banquillo y desde la grada en El Sardinero, el estadio que le había visto triunfar y liderar al Racing durante muchas temporadas, que sobre el terreno de juego como titular.
La cosa venía de lejos. Quique Setién y Tomás González eran dos de los jugadores más veteranos de aquel equipo dirigido por Vicente Miera. El capitán acumulaba 12 temporadas con la casaca racinguista (en dos etapas) mientras que Tomás era un recién llegado ya que sumaba su segundo año en Santander.
La tensión entre ambos era muy fuerte con declaraciones a los medios de comunicación incluidas. En aquella temporada 1995-1996, Tomás se había hecho con el puesto de titular y había relevado a Setién al banquillo y a la grada. Pocos días antes del incidente en un entrenamiento en el que ambos llegaron a las manos después de una fuerte entrada de González, éste había llamado traidor a su compañero por haberse «borrado» según él del partido de Copa contra el Numancia en el que el conjunto soriano (por aquel entonces en Segunda B) había eliminado a los cántabros.
QUIQUE SETIÉN FICHA POR EL LEVANTE UD
Aquel triste episodio significó el final de Quique Setién en el equipo de toda su vida. Sin embargo, para sorpresa de todos, el futbolista no colgó las botas y aceptó una gran oferta del Levante UD que por aquel entonces militaba en Segunda B y tenía como objetivo único el ascenso a Segunda División. El fichaje de todo un internacional supuso el espaldarazo definitivo para el equipo que logró cumplir el objetivo con un veterano curtido en mil batallas que vistió la elástica granota en 8 partidos (5 de ellos de la liguilla de ascenso).
Al finalizar aquella temporada 1995-1996, con mejor sabor de boca después de ascender con el Levante, Setién se retiró de forma definitiva acumulando 550 partidos oficiales en la Liga española con un total de 100 goles anotados. Racing de Santander, Atlético de Madrid, Logroñés y Levante fueron los equipos que tuvieron la suerte de contar con uno de los grandes futbolistas españoles de los 80 y 90.