Última actualización octubre 7, 2020 por Javier Argudo
El mundo del fútbol está lleno de anécdotas curiosas que más bien parecen sacadas de algún guión de un retorcido director de cine. En esta ocasión viajamos a Argentina para contar un hecho insólito que ocurrió en un partido de liga de la Primera B que enfrentó al Club Atlético Chacarita Juniors y al CD Almagro.
La cita estaba prevista para el 26 de marzo de 1994 y ambos equipos acudieron al estadio del conjunto local para enfrentarse. Por aquel entonces la misma marca deportiva, Penalty, vestía a los dos equipos por lo que se decidió que el ganador del encuentro se llevara un trofeo especial que entregaría un representante de la propia marca.
Hasta ahí todo correcto, sin embargo hubo un terrible error por parte del suministrador de equipajes ya que ambos conjuntos se presentaron al partido con su camiseta alternativa blanca, prácticamente idéntica por lo que era imposible que el encuentro se celebrara en esas condiciones ya que no se podían diferenciar los jugadores de uno y otro equipo.
«Habiendo tantas camisetas tricolor rojas, negras y blancas en las gradas… que los hinchas se las presten»
El árbitro, Gustavo De Gennaro, reunió a los delegados y capitanes para tratar de buscar una solución al problema. Fue entonces cuando el reconocido periodista argentino Óscar Scotton, que se encontraba en la cabina del estadio, tuvo una brillante idea y la comentó en directo en la radio: «Habiendo tantas camisetas tricolor rojas, negras y blancas en las gradas… que los hinchas se las presten».
De repente comenzaron a llover camisetas de la grada al terreno de juego por parte de los hinchas que habían escuchado la iniciativa por radio. Los delegados de Chacarita Juniors se pusieron manos a la obra a seleccionar casacas del 2 al 16 para completar el equipo. Pronto se lograron todas, excepto la número 4 por lo que se recurrió a elegir una con el 14 y tapar el 1.
CHACARITA JUNIORS CAMPEÓN
De esta manera tan peculiar el partido pudo celebrarse. Los jugadores de Chacarita, con camisetas con distintos diseños y sponsors, jugaron y vencieron por 3-2. Aquella temporada fue histórica en el club no sólo por este hecho tan curioso sino porque se proclamó campeón y logró el ascenso de categoría.
Para colmo, al final del partido y tal como se había planeado, Penalty entregó el trofeo al capitán de Chacarita que, casualmente, lucía una camiseta del equipo pero de la marca Taiyo.
