Última actualización septiembre 4, 2020 por Javier Argudo
La temporada 1992-1993 se presentaba muy ilusionante para el Sevilla. El conjunto dirigido por un ilustre de los banquillos como Carlos Bilardo, campeón del mundo con Argentina, se presentaba como un firma candidato a estar en la parte alta de la clasificación y luchar con Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid y Valencia por los puestos importantes.
EL SEVILLA FICHA A MARADONA
Por si fuera poco, se logró un fichaje histórico. La llegada de Diego Armando Maradona después de una negociación increíble con el presidente del Nápoles, Corrado Ferlaino, que tuvo que celebrarse en la misma sede de la FIFA en Suiza con la presencia del entonces presidente del Sevilla, Luis Cuervas y los máximos dirigentes del fútbol español e italiano, Ángel María Villar y Antonio Matarrese. Mientras, el que es considerado por muchos mejor jugador de la historia del fútbol esperaba impaciente en un hotel de Sevilla junto a su esposa y sus dos hijas.
Maradona firmó por el Sevilla y se unió a una plantilla poderosa que contaba con otros dos Diegos. El primero, un joven Diego Pablo Simeone, centrocampista muy guerrero y que ya apuntaba a gran jugador que no se arrugaba ante nadie. El segundo, el canario Diego Rodríguez, uno clásico de nuestro fútbol con casi 600 partidos disputados a lo largo de su carrera en el Real Betis, Sevilla, Albacete y Dos Hermanas donde se retiró a los 41 años.
Por si fuera poco, aquel equipo contaba con Unzue, Martagón, Prieto, Suker, Bango, Rafa Paz o Conte. Un equipo potente que reunía fuerza, contundencia pero también mucha calidad de mitad de campo hacia adelante.
EL FRACASO DE BILARDO
Sin embargo, la temporada no fue como se esperaba. El equipo finalizó séptimo quedándose a las puertas de Europa, objetivo prioritario que se había marcado la directiva y el cuerpo técnico sevillista al inicio de temporada. Fue la única temporada de Maradona con la camiseta rojiblanca en la que jugó 26 partidos de Liga anotando 5 goles. Simeone, siguió una temporada más, fue traspasado un año después al Atlético de Madrid. También se marchó Bilardo después de no cumplir el objetivo.
Maradona pasó con más pena que gloria por Nervión, eso sí, los sevillistas siempre podrán decir que uno de los mejores futbolistas de las historia vistió la camiseta de su equipo y, aunque estaba lejos de su mejor nivel, dejó detalles de su calidad, algo que nunca se pierde.