Última actualización octubre 13, 2019 por Javier Argudo
Iván Zamorano, además de ser uno de los mejores delanteros de los años 90, tuvo una curiosa anécdota en su etapa en el Inter de Milán. El delantero chileno, que había llegado al conjunto neroazurro en 1996 procedente del Real Madrid donde se había hinchado a marcar goles, tuvo que compartir vestuario, ni más ni menos, que con Ronaldo Nazario que llegaría al conjunto italiano un año después.
El fichaje del brasileño fue el bombazo del verano. Después de marcar 34 goles en la Liga española, el Inter pagó 4.000 millones de las antiguas pesetas al Barça y se hizo con los servicios de O Fenómeno para que compartiera delantera con Iván Zamorano.
En aquel entonces, el chileno era dueño de la camiseta número 9. La primera temporada que jugaron juntos, Ronaldo llevó el 10 en la espalda. La presión de la marca deportiva que vestía al conjunto neroazurro y patrocinaba al brasileño era cada vez más grande ya que deseaba que su jugador franquicia fuera el dueño del 9.
LA IDEA DE MÁXIMO MORATTI
La cosa tenía difícil solución ya que ‘Bam-Bam’ no era un jugador cualquiera y siempre había llevado ese número en los distintos equipos que había jugado. Fue entonces cuando Máximo Moratti, presidente del Inter, tuvo una idea que contentó a todos. El máximo mandatario interista ofreció a Iván Zamorano la posibilidad e jugar con el 1+8 (no quería jugar con el 18) y éste accedió, posiblemente porque ya había hecho amistad con El Fenómeno después de un año marcando goles juntos.
Hoy en día podemos ver a jugadores con dorsales ‘extraños’, pero no está permitido este tipo de cosas, por lo que no se hubiera podido llevar a cabo esta solución. Quién sabe si el 99 hubiera tenido que ser la alternativa moderna a este problema. En cualquier caso, lucieran el dorsal que lucieran, está claro que ambos han sido dos de los mejores ‘9’ que ha dado el fútbol.