Última actualización julio 13, 2022 por Javier Argudo
Los que conocimos el fútbol en los años 90 recordamos una serie de futbolistas con gran cariño. Uno de ellos es Jimmy Floyd Hasselbaink que tuvo un paso fugaz pero muy intenso por la Liga española.
El futbolista neerlandés fue uno de los fichajes estrella del Atlético de Madrid en la temporada 1999-2000. Aquel verano, el conjunto colchonero contaba una plantilla de auténtico lujo: Molina, Baraja, Valerón, Kiko o el propio Hasselbaink son algunos ejemplos.
Sin embargo, para sorpresa de todos, el equipo dirigido por aquel entonces por Claudio Ranieri no arrancó de la mejor manera. En la jornada 26 del campeonato, el italiano fue cesado por Jesús Gil y llegó un viejo conocido como Radomir Antic, sin embargo, el técnico serbio tampoco logró reconducir la trayectoria de un equipo que iba, sorprendente e irremediablemente, a Segunda División.
Sin embargo, mientras el equipo naufragaba, un hombre destacaba sobre el resto a base de goles. Jimmy Floyd Hasselbaink, del que molaba hasta el nombre, se hinchaba a marcar con la camiseta rojiblanca. En total, el delantero de Países Bajos (nacido en Surinam) anotó 35 unidades (24 en Liga, 4 en Copa del Rey y 7 en la Copa de la UEFA). Únicamente Salva Ballesta, del Racing de Santander, privó a nuestro protagonista del Pichichi de Primera División esa temporada 1999-2000.
Hasselbaink ‘Pichichi’ de la Premier League
Sus goles no sirvieron para salvar al Atlético de Madrid de un descenso sorprendente pero sí para fichar por otro grande de Europa. El Chelsea se hizo con los servicios de Hasselbaink que regresaba a la Premier después de haber vestido la camiseta del Leeds United.
Su primera temporada con la camiseta blue siguió en la misma línea. Con 23 goles fue máximo goleador de la Premier League y se consagró como uno de los mejores delanteros de Europa.
Después de cuatro exitosas temporadas en el Chelsea, Hasselbaink fichó por el Middlesbrough en el que militó dos temporadas y finalmente por el Charlton Athletic. En ambos equipos siguió haciendo lo que mejor sabía: marcar goles. Eso sí, en ningún otro equipo logró una cifra tan alta como la obtenida en el Atlético de Madrid, una temporada de lo más extraña.