«Matías, juez de línea» es una película dirigida por Santiago Aguilar yLuis Guridi. La cinta fue estrenada en 1996 y cuenta la historia de un linier que dejó el fútbol y se marchó a vivir a un recóndito pueblo de Galicia huyendo de un linchamiento por una decisión arbitral. Algo parecido podía haberle ocurrido al protagonista de nuestra entrevista, sin embargo, Rafa Guerrero, lejos de abandonar, decidió seguir adelante.
Casi 20 años de profesional, 14 de ellos en Primera División. ¿Quiso ser árbitro desde niño?
Para nada. Precisamente me hice árbitro porque no los entendía. ¿Cómo era posible que una persona a la que insultan cada domingo en los campos decida arbitrar?
En un fútbol tan profesionalizado… ¿cree que los árbitros también deberían ser profesionales?
Por supuesto. Es urgente. Es totalmente incomprensible que todavía no lo sean. Los árbitros tienen que vivir por y para el fútbol. Dedicar toda la semana a preparar el partido que les toca arbitrar el fin de semana, ver vídeos, etc. Igual que hacen los jugadores o los entrenadores de cualquier equipo. Es como si acudo a un juicio y el juez dice que se tiene que marchar porque tiene que abrir su tienda o irse a trabajar.
La Copa de África de 2000 fue un antes y un después en mi vida»
Eurocopa de 2004, Mundial Sub-20, Copa de África de 2000. Imagino que Rafa Guerrero tendrá mil y una anécdotas que contar.
La Copa de África del año 2000 fue un antes y un después en mi vida. No solo en lo referente al arbitraje si no a lo personal. Me enamoré de África. Vi que la gente necesitaba cosas elementales. Los niños… algo que vemos tan normal como una simple botella de agua. Sin duda fue algo que me marcó para siempre y desde entonces trato de ayudar todo lo que puedo. Desde luego… valió la pena.
Usted fue un árbitro invitado a aquel evento. El único blanco del torneo.
Así es. En el Nigeria-Senegal expulsé a Okocha y se armó la marimorena. Hubo invasión de campo, policía a caballo dentro del terreno de juego. No he pasado tanto miedo en mi vida, me temí lo peor. ¿Pero qué iba a hacer? Le pegó un codazo al rival delante mía. Nunca olvidaré como me ayudó y se portó conmigo Finidi, que por aquel entonces jugaba en el Real Betis y me conocía, un crack.
315 partidos, 2 finales de Copa del Rey, 174 veces internacional…
Las finales de Copa son los partidos más bonitos. Recuerdo que uno fue el Atlético-Valencia en La Cartuja con aquel golazo de Mendieta. El otro fue el Recreativo-Mallorca en el Martínez Valero de Elche. Hoy en día es difícil que se dé una final así pero fue muy bonito ver a dos ciudades volcadas con su equipo.
La familia de Rafa Guerrero es muy futbolera. Su madre fue muchos años presidenta de un club. El padre entrenador. Y les sale un hijo árbitro. ¿Como eran esas reuniones familiares?
Era un cóctel explosivo. Te puedes imaginar. ¡Yo no quería que hubieran cumpleaños! (ríe). Mi madre decía: «Uno está luchando por sacar el equipo adelante y viene un árbitro el fin de semana y te joroba». Mi padre también tenía un carácter fuerte…
Expulsé a mi padre. Estuvimos dos meses sin hablarnos»
¿Es cierto que usted lo llegó a expulsar?
Sí, sí. Totalmente cierto. En Regional. Yo por encima de todo busco la justicia y me daba igual si era mi padre. Lo expulsé. Estuvimos dos meses sin hablarnos. Los peores de mi vida. Mi madre me llamaba para tratar de mediar en el asunto y al final nos arreglamos.
¿Un árbitro puede tener equipo favorito? ¿Es un problema para ser imparcial?
Para nada. No tiene nada que ver ser de un equipo con ser imparcial. Si te gusta el fútbol, a mí me apasiona, lógicamente sientes simpatía por un club. En mi caso es el Athletic Club de Bilbao. Yo me hice del Athletic por Iribar que era mi ídolo de infancia. ¿Por qué me tiene que quitar alguien la ilusión de arbitrar a mi equipo?
Jamás olvidaré cuando Eric Cantona me dio la mano»
¿Cuál es el futbolista que más le ha impresionado a Rafa Guerrero?
Ufff, hay muchos. No puedo quedarme sólo con uno. Mira, jamás olvidaré el momento en que Eric Cantona me dio la mano. Con el cuello de la camiseta alzado, capitán del Manchester United… Además era mi debut en competición europea en el campo del Fenerbahce con un ambiente increíble. Pero también Iker Casillas, con el que tengo una relación personal y de amistad, Julen Guerrero, Guti, Zidane, Samuel Eto´o…
¿Es cierto que dejó de señalar una acción por quedarse sorprendido viendo una jugada de Zidane?
Y tanto. Me quedé paralizado con el banderín en la mano. Era una acción que estaba claro que salía fuera de banda y en mis narices el tipo levanta el pie a la altura de mi cabeza, la controla, la baja sobre la misma línea de cal. Impresionante.
¿Fútbol Retro o Fútbol Moderno?
Hoy en día ya no hay enciclopedias. Lo buscamos todo en Google. Con el fútbol pasa lo mismo. No hay que odiar el fútbol moderno, todo avanza pero, eso sí, siempre respetando al fútbol retro. Aquel fútbol de antes en el que imperaba la lucha, el sacrificio, los campos de barro, la entrega. Costó mucho y se hacía por lealtad.
¿Está usted a favor o en contra del VAR?
Para mí el VAR es Ver Algo Repetido. Pero creo que no se debe abusar. Hoy en día estamos más pendientes del VAR que del resto de cosas en un partido. Como te decía antes, no hay que ir en contra del avance tecnológico, eso sí, para jugadas ‘gordas’, es decir, un gol fantasma, saber si ha entrado o no, un fuera de juego que acaba en gol… si no… se pierde la esencia. Ahora la gente no puede ni celebrar un gol por si lo anulan.
Precisamente el VAR habría evitado, seguramente, ‘la jugada’. Aquel Real Zaragoza-Barcelona que marcó su carrera y seguramente su vida.
No me gusta mucho hablar de ello pero entiendo que es inevitable. Sí, lógicamente marcó mi vida. Uno tiene que tomar decisiones y yo lo hice. Precisamente un par de semanas antes se nos dijo que debíamos ayudar más al árbitro principal. Que los asistentes también éramos árbitros y teníamos que echar una mano y participar. Yo lo hice, aunque me equivoqué.
¿Pensó en abandonar el arbitraje?
Todavía conservo mi carta de renuncia en algún cajón. Por suerte nunca la envié. Los jugadores se pueden equivocar, pueden fallar un gol y más o menos no pasa nada. Los árbitros no pueden. Lo pasé fatal. A mi hijo le decían en el colegio que su padre era un ladrón y mil cosas más. Me trataban como un terrorista. Pero seguí adelante.
Hay quien dice que gracias a aquella jugada usted se hizo famoso y por eso todavía hoy sigue ‘en el candelero’
Bueno, yo respeto la opinión de todo el que piense eso pero no la comparto. No quiero pecar de prepotente pero aquello ocurrió en mi segundo año en Primera División en 1996 y me retiré en 2008. Aquel día me equivoqué pero he tenido una larga carrera por lo que tan mal no lo habré hecho.
Si os gusta el fútbol y arbitrar… no lo dejéis nunca»
¿Qué le diría a los árbitros y árbitras jóvenes que sufren insultos en los campos y piensan en dejarlo?
Que no lo hagan. Como dije antes, el fútbol es un reflejo de la sociedad. Hay mucha gente maleducada pero dejarlo solo sirve para que ganen ellos. Yo estuve a punto de hacerlo pero seguí adelante porque me encanta el fútbol y doy gracias por ello.
Nos gustaría, para ir finalizando, que nos contará como es un día en la vida de Rafa Guerrero
Bueno, cada mañana acudo a trabajar al colegio, me encantan los niños. Me dan la vida. También estoy comprometido con labores sociales, creo que nuestro objetivo en la vida debe ser ayudar a los demás. También me encantan los animales. Estoy feliz de la familia que tengo y por supuesto trato de ayudar en casa todo lo que puedo. Todos mis días terminan viendo‘El Chiringuito’.
Ahora que saca el tema… son muchos los que critican el programa. Lo tildan de ‘paripé’ y cosas peores
A todos los que lo critican les diría que acudieran un día a verlo. Se puede ir como público sin ningún problema, verlo en directo y así poder opinar después. A mi nunca en la vida me ha dicho nadie del programa lo que tengo que decir.
Rafa Guerrero llegó a grabar un anuncio mientras estaba en activo.
Así es. Hice el anuncio de la Renault Kangoo. Lo hicimos varios en distintos ‘clips’. A mi me secuestraban y me llevaban al bosque para que no interrumpiera las mejores jugadas. También lo hizo Simeone y un ‘espontáneo’ de los que saltaba al campo desnudo. Yo doné todo el dinero que me pagaron por ese anuncio.
