Última actualización mayo 23, 2019 por Javier Argudo
Todo aquel que se acercaba de forma habitual al campo de la Malvarrosa en aquella época tenía claro que Vicente Rodríguez (en aquella época conocido como Vicentín) lo tenía todo para llegar al primer equipo del Levante UD.
Pedro Villarroel, por aquel entonces presidente del club granota, también lo entendió así y se esforzó en hacer de aquel niño su nueva estrella. Así, con tan solo 16 años le llegó su oportunidad en el primer equipo azulgrana que militaba en Segunda División.
En pleno crecimiento tanto en lo deportivo como en lo físico, el club granota invirtió en aquel futbolista para se desarrollara lo antes y lo mejor posible. El descenso del Levante no le vino del todo mal a aquel juvenil que pudo curtirse en Segunda B con 17 años demostrando que su progresión era imparable.
VICENTE RODRÍGUEZ, LA PERLA GRANOTA
Fue en aquel momento cuando Pedro Villarroel hizo una de sus jugadas maestras. Aquel chaval que empezaba a despuntar en el fútbol profesional (el Levante retornó inmediatamente a Segunda División) necesitaba proyectarse al mundo. Se anunció entonces que su cláusula de rescisión era de… ¡¡¡30.000 millones de pesetas!!! (180 millones de euros).
Lógicamente era una exageración para llamar la atención de los principales clubes europeos. ¿Quién era ese muchacho que cuesta esa cantidad de dinero? Por poner un ejemplo, Ronaldo Nazario había llegado al Inter de Milan unos años antes por 4.000 kilos y Figo ficharía por el Real Madrid un año después por 10.000 millones.
La jugada surtió efecto y muy pronto Arsenal y Manchester United enviaron a ojeadores a ver a aquel extremo zurdo que lanzaba al Levante a los primeros puestos de Segunda División. La afición granota soñaba con el primer ascenso a la máxima categoría en color. Muy lejanos quedaban los años de Vallejo.
Vicente, Fernando Sales y Salillas formaban un tridente ofensivo envidiable pero el Levante se fue debilitando hasta finalizar en una más que correcta séptima posición aquella temporada 1999-2000.
FRUSTRADO FICHAJE POR EL REAL MADRID
Es aquí donde debemos retroceder un poco en nuestra historia. El Levante UD llegó a tener traspasado a Vicente Rodríguez al Real Madrid en el mes de diciembre de la temporada anterior. Todo estaba prácticamente cerrado hasta el punto que el futbolista recibió la insignia de oro y brillantes del club y fue homenajeado antes de un partido en el Ciutat de Valencia. Vicente Del Bosque era en aquel momento hacía las veces de ojeador del conjunto blanco.
Sin embargo, la operación no llegó a cerrarse, al parecer, el conjunto merengue quería que el de Benicalap actuara en el Castilla, filial madridista, por lo que Vicente prefirió seguir creciendo en el Levante.
Finalmente, el extremo hizo las maletas rumbo al Valencia, eterno rival del Levante, por 700 millones de pesetas (lejos de los 30.000 de aquella cláusula villarroeliana) aunque los valencianistas debían abonar 10 millones de pesetas más por cada uno de los partidos que el futbolista jugara con la selección española (hasta un máximo de 100).
De esta forma, el equipo de Orriols cerró una operación que le reportó 800 millones (unos 5 millones de euros) en lo que fue por aquel entonces la mayor venta de su historia. Vicente triunfó con la camiseta del Valencia en el que permaneció durante 11 temporadas conquistando títulos tan importantes como dos Ligas, una Copa de la UEFA, una Supercopa de Europa y una Copa del Rey.