Última actualización marzo 26, 2019 por Javier Argudo
Se puede decir que aquel día fue el fin de dos proyectos históricos. Por un lado finalizaba la época dorada del conocido como ‘Queso Mecánico’ dirigido por Benito Floro y por otra el ‘Súper Depor’ ponía fin a una gran etapa con la marcha de Arsenio Iglesias pocos días después al proclamarse campeón de Copa.
Ocurrió un 18 de junio de 1995 en el Estadio Carlos Belmonte de Albacete. Se enfrentaban en un partido correspondiente a la última jornada de Liga el conjunto local, el Albacete, contra el Deportivo de la Coruña. Los locales se jugaban mucho ya que estaban bordeando la zona de promoción de descenso mientras que los gallegos no se jugaban nada ya que eran segundos sin posibilidad de alcanzar al Real Madrid que ya era campeón.
De hecho, Arsenio Iglesias, técnico deportivista, dejó en el banquillo a la gran mayoría de titulares ya que pocos días después los de Riazor tenían que disputar la final de Copa del Rey contra el Valencia en el Santiago Bernabéu.
EL SÚPER DÉPOR ARRASA ALBACETE
Sin embargo fue el Súper Dépor el que llevó la manija del partido y casi sin querer logró una escandalosa victoria por 2-8, siendo la más abultada en la historia de los gallegos fuera de casa y de paso la derrota más humillante del Albacete como local.
Aquel día el portero del conjunto manchego era Molina, que años después defendería con gran acierto la portería del Deportivo. Precisamente el cancerbero valenciano fue protagonista en el primer gol anotado por Djukic desde más allá de la línea del centro del campo al ver que cancerbero estaba muy adelantado. Empató el partido Andonov para el Albacete pero antes del descanso Manjarín (que haría un doblete) puso de nuevo en ventaja a su equipo.
Fue en la segunda parte cuando llegó la jugada clave del partido que propició la sonrojante goleada. Albert Tomás fue expulsado en el Albacete y a partir de ahí comenzaron a caer goles. Julio Salinas hizo un hat trick, Donato, Manjarín y José Ramón se unieron a la fiesta y únicamente un mítico como Zalazar fue capaz de anotar para tratar de maquillar un poco el resultado que quedó para la historia (2-8).
El Albacete tuvo que jugarse la promoción contra el Salamanca y aunque consiguió vencer por 0-2 en el Helmántico volvió a llevarse un varapalo tremendo en el partido de vuelta en casa donde los charros consiguieron un 0-5 que les metía en Primera División y enviaba a los manchegos a Segunda aunque gracias a la ampliación a 22 equipos pudo mantenerse.