Última actualización marzo 17, 2020 por Javier Argudo
La etapa de Diego Armando Maradona en el Barça fue de lo más tormentosa. Como ya explicamos con detalle en este otro artículo, el fichaje del argentino supuso todo un récord ya que el club culé pagó 1.200 millones de pesetas (unos 7,2 millones de euros) de la época. Sin embargo, no fueron muchos los trofeos del Barcelona en los dos años que ‘El Pelusa’ perteneció a la disciplina blaugrana.
Precisamente los trofeos del Barcelona son los protagonistas de esta historia. El 31 de mayo de 1983 el futbolista alemán Paul Breitner anunció la celebración de un partido de retirada definitiva del fútbol. Dicho encuentro lo disputaría su club en aquel entonces, el Bayern de Munich, contra un combinado formado por grandes estrellas y amigos del futbolista. Entre los invitados figuraban dos nombres: Maradona y Schuster.
Los dos jugadores pertenecían por aquel entonces al Barça y solicitaron a su club desplazarse a Alemania para poder jugar el partido. Sin embargo, la junta directiva culé, encabezada por el presidente Josep Lluís Nuñez, se negó rotundamente. El motivo no era otro que el hecho de que los barcelonistas debían disputar la final de la Copa del Rey contra el Real Madrid 4 días después de aquel partido de exhibición que tendría lugar en el Olímpico de Munich.
EL PASAPORTE DE MARADONA
Maradona solicitó a su representante Jorge Cyterszpiller que fuera a recoger su pasaporte a las oficinas del club (por aquel entonces era constumbre que los clubes tuvieran este documento de sus futbolistas para cualquier viaje). Sin embargo, el FC Barcelona comenzó a dar largas con varias excusas para no entregárselo.
Fue entonces cuando Maradona y Schuster (casi nada) se personaron en el Camp Nou para solicitar el pasaporte al presidente Nuñez. Allí los recibió el vicepresidente Nicolau Casaus que les dijo que el máximo mandatario no les podía recibir. Según cuenta ‘El Pelusa’ en su libro Yo soy el Diego, la tensión fue en aumento y el jugador amenazó con romper los trofeos del FC Barcelona que estaban allí expuestos: «Si en 5 minutos no me dan el pasaporte empezaré a romper estos lindos trofeos, que son de cristal, contra el suelo».
Lo bueno del asunto es que Schuster, su compañero en esta aventura, lejos de calmar a Diego le animaba a cumplir su amenaza. Finalmente, ante la negativa del presidente a recibirlos, un trofeo Teresa Herrera (de tamaño considerable y un peso aproximado de 15 kilos) cayó al suelo. El valor aproximado de esta copa es de 20 millones de pesetas (unos 120.000 euros).
Finalmente Maradona se salió con la suya y recibió su pasaporte. Curiosamente, ni él ni Schuster acabaron asistiendo al partido de Paul Breitner y sí jugaron sin ningún problema la final de Copa contra el Real Madrid que, por cierto, ganaron por 2 goles a 1. La sala de trofeos del Barcelona engordó un poquito más gracias a esta conquista aunque uno de ellos quedó un poco mermado y tuvo que ser reparado. Cosas de Diego.