Última actualización agosto 9, 2020 por Javier Argudo
La temporada 1995-1996 fue una de las más ‘curiosas’ de la historia de la Liga española. Para empezar, fue la primera que estuvo formada por 22 equipos y además tuvo el partido con más penaltis en la historia de la Liga.
Después de una temporada de mucho sufrimiento (finalizó la primera vuelta como colista), el Real Valladolid dirigido por Vicente Cantatore (que se hizo cargo del banquillo vallisoletano en sustitución de Rafa Benitez) se jugaba la permanencia en la penúltima jornada del campeonato. Su rival, un Real Oviedo ya salvado. La cita, el 19 de mayo de 1996 en el viejo Carlos Tartiere.
El encuentro se vivió con intensidad tanto en el terreno de juego como en la grada. La relativa cercanía entre ambas ciudades y la importancia del choque para los visitantes hizo que se desplazara un gran número de aficionados blanquivioletas que apoyaron a su equipo con fuerza desde la grada visitante del estadio carbayón.
JAPÓN SEVILLA PITÓ 6 PENALTIS
La primera parte finalizó con 2-1 para los locales y los tres goles, curiosamente, se anotaron de penalti. Pero no acabarían ahí los tantos desde el punto fatídico. El colegiado, Japón Sevilla, se convirtió en uno de los protagonistas principales al señalar tres penaltis más en la segunda mitad. En total señaló seis penas máximas, récord absoluto de la liga española y todos fueron anotados.
REAL OVIEDO 3 REAL VALLADOLID 8
El marcador final fue un escandaloso 3-8 a favor de los visitantes. Por parte del Real Oviedo anotaron Christiansen en dos ocasiones (ambas de penalti) y Carlos. Por el Real Valladolid hicieron historia Peternac, que anotó 5 goles (4 de penalti) y Quevedo que logró 3 tantos completando un marcador totalmente atípico en uno de los partidos más locos que se recuerdan.
En el cuadro carbayón formaron aquel día jugadores como Mora, Onopko, Jerkan, Berto, Christiansen, Carlos o el tristemente desaparecido Dubovsky. Por parte de los pucelanos integraban la plantilla futbolistas como el portero César Sánchez, Iván Campo, Santamaría, Quevedo, Peternac o Benjamín.
Aquel encuentro sirvió para hermanar a ambas aficiones que después de muchos años siguen celebrando con gran cordialidad cada uno de los partidos en los que sus dos equipos coinciden tanto en Primera como en Segunda División. Será recordado siempre como el partido con más penaltis que se ha visto en el campeonato español.