jueves, noviembre 21, 2024

Fútbol callejero: reglas básicas e indispensables

Última actualización abril 23, 2024 por colgadosporelfutbol

Por mucho que se empeñen los principales organismos y altos dirigentes del fútbol moderno, hay algo que con lo que nunca podrán acabar. El fútbol callejero marcó la infancia de los niños de todo el mundo y, curiosamente, comparte una serie de reglas básicas que son bastante semejantes alrededor del mundo.

En la actualidad se está perdiendo por culpa de las prohibiciones de muchos ayuntamientos a que se juegue a la pelota en la calle y el hecho de que los niños cuenten con buenas instalaciones. Es por ello que queremos reivindicar y recordar el fútbol más puro.

Algunas de las mejores reglas del fútbol callejero de antes

Los dos mejores eligen

Es la primera norma del fútbol callejero. Los dos mejores jugadores eran nombrados capitanes y se encargarán de ir eligiendo por turnos a cada uno de los compañeros. Lógicamente, el que peor juega suele quedar el último con la consiguiente humillación que eso supone.

Las porterías

Una vez los equipos quedaban definidos llegaba el turno de delimitar las porterías. Habían varias opciones pero normalmente se usaban dos piedras grandes, mochilas o varias chaquetas a modo de postes. También eran apetecibles las persianas bajadas de un garaje o se podía pintar la portería con tiza en una pared o muro.

El ‘gordito’ era el portero

Cuando ya teníamos los equipos y las porterías, tocaba colocar a los jugadores en el campo. El gordito solía ser el portero y los peores jugadores eran defensas. Los buenos, por supuesto, jugaban de delanteros y eran bastante ‘chupones‘. En el caso de que nadie quisiera colocarse de arquero alguien gritaba: «El último que toque el palo se pone».

Portero regateador

Pasaba muchas veces que el número de jugadores que se reunían en la calle para jugar un partido era impar. Esto provocaba que uno de los equipos contara con un jugador menos por lo que había que compensarle de alguna forma. Lo más habitual era que el portero del equipo que tenía inferioridad numérica actuara como ‘portero mosca’ o regateador.

Faltas y penaltis

Si no había sangre era prácticamente imposible que se pitara una falta. Del mismo modo, un penalti era señalado en el caso de que hubiera dudas de si un balón había entrado o no (a veces la pelota pegaba en el ‘poste’ y no quedaba claro).

No vale ‘trayón’

Todo el mundo tenía claro que no se podía chutar fuerte. El tiro había que controlarlo porque de lo contrario el gol quedaba anulado por fusilar al portero.

No vale tirar ‘alta’

En el caso de que las porterías fueran delimitadas con piedras, mochilas o chaquetas, era complicado marcar cuando se marchaba alta. La altura de la portería quedaba marcada de forma imaginaria según quién fuera el portero. Cuanto más alto era más alto podías tirar aunque esta norma siempre creaba controversia.

Penalti y gol… es gol

En el fútbol callejero si había un penalti pero la jugada acababa en gol, era gol. Quedaba demostrado que se priorizaba el espectáculo.

¿Cuándo se paraba el partido?

El juego casi nunca se interrumpía excepto, claro está, si pasaba un coche o un peatón. En ese caso, el que tenía el balón en su poder podía cogerlo con las manos y parar el partido avisando al resto. El juego se reanudaba en el mismo lugar y el esférico lo llevaba mismo jugador que lo había detenido.

Ley de la botella: El que la tira va a por ella

Esta norma también era sagrada. El que la tira va a por ella excepto si ha marcado gol. En ese caso, el que tiene que ir es el portero.

Quien marque gana

Es una de las reglas más extendidas del fútbol callejero en todo el mundo. Independientemente de cual fuera el marcador, llegado el momento de irse a casa (porque oscurecía el día casi siempre) el equipo que marcara el último gol ganaba el partido.

Si el dueño del balón se va… se acaba el partido

Sin embargo, a veces no se llegaba a ese último gol que definía el ganador. También podía pasar que el partido finalizara cuando el dueño del balón se tuviera que ir. Una veces era porque sus padres le llamaban y otras porque directamente se enfadaba con el resto de jugadores. Es mi pelota y se acabó.

 

LO MÁS LEÍDO ESTA SEMANA

El Real Madrid 1995-96, el peor de la historia moderna

El Real Madrid 1995-96 fue una auténtica ruina. Un...

Alphonse Tchami: El camerunés de Boca Juniors que goleó en la Bombonera

En 1995, Boca Juniors sorprendió al mundo del fútbol...

El ‘Gato’ Ablanedo, uno de los mejores porteros de la historia de España

Es, sin duda, uno de los olvidados del fútbol...

El Mundial sub 20 de 1979 en Japón: El primero de Maradona

El Mundial sub 20 de 1979, celebrad0 en Japón...

Equipos con más finales perdidas en la historia de la Champions League

Dicen que del segundo nadie se acuerda y, en...

Luka Modric y su devoción por Johan Cruyff

Luka Modric es uno de esos futbolistas que, seas...

Temporada 1994-1995: La Última del Fútbol de Antes

La temporada 1994-95 de la Primera división española de...

La perilla de los jugadores de España en el Mundial de Estados Unidos

El Mundial de Estados Unidos celebrado en 1994 fue,...

Inglaterra 3 Hungría 6, el partido que cambió la historia del fútbol

El partido que cambió la historia. Hay encuentros que...

Planelles, el mejor jugador de la historia del CD Castellón

Juan Bautista Planelles es, para la gran mayoría de...

Related Articles

Popular Categories

spot_imgspot_img
error: Content is protected !!