Última actualización marzo 25, 2019 por Javier Argudo
El Sevilla acudió al mítico estadio de Las Gaunas con un equipo potente en la temporada 1992-1993 con el objetivo de clasificarse para disputar competición europea. Unzué, Simeone, Bango, Suker… pero por encima de todos destacaba, como no podía ser de otra manera, Diego Armando Maradona.
El crack argentino llegó a Sevilla después de triunfar en el Napoli pero ya con 32 años y con la sombra de sus problemas con las drogas en su fase más inicial. Sin embargo, tanto Maradona como el Sevilla fueron entonándose y fueron mejorando poco a poco teniendo su mejor momento de la temporada en diciembre y afianzándose en los puestos europeos.
‘El Pelusa’ fue adquiriendo cada vez mejor aspecto físico y completó algunas actuaciones notables lo que ilusionó a la afición sevillista. Pero todo fue un espejismo y llegó el partido en Las Gaunas contra el CD Logroñés, que supuso un antes y un después en aquel curso.
Los dos argentinos internacionales de la plantilla, Diego Armando Maradona y el Cholo Simeone, viajaron a Argentina para disputar un partido con su selección sin el consentimiento del club. Ambos llegaron a Logroño el mismo día del partido en un vuelo privado, algo que fue bastante habitual en Maradona que viajó «a su bola» en muchas ocasiones a lo largo de la temporada.
MARADONA EN LAS GAUNAS
Con el tiempo justo para aterrizar y llegar a Las Gaunas para calzarse las botas, tanto Maradona como Simeone fueron alineados de inicio por Bilardo. Sin embargo, el desgaste de un viaje de ese calibre y el hecho de jugar en un campo tan complicado contra un rival tan exigente como era el Logroñés, sobre todo cuando actuaba como local, hicieron que la debacle fuera cuestión de tiempo. El conjunto riojano logró una victoria tan clara como justa por 2-0 con goles de García Pitarch y Salenko. De esta manera, el técnico local, Carlos Aimar, le ganaba la partida a su compatriota Bilardo.
A partir de ese día las cosas ya no fueron igual. El enfado de Luis Cuervas, presidente del Sevilla, fue descomunal y ambos futbolistas fueron sancionados. La relación de Maradona con la directiva se fue deteriorando a partir de aquel 21 de febrero de 1993 y finalmente el conjunto andaluz se quedó a las puertas de clasificarse para la Copa de la UEFA.