Última actualización octubre 8, 2020 por Javier Argudo
Los árbitros de fútbol. Esa figura que suele recibir las iras de la afición cuando las cosas no le salen bien a su equipo. Los encargados de impartir justicia en un deporte que mueve tantos intereses tanto económicos como sentimentales. En definitiva, los auténticos ‘antihéroes’ del fútbol.
Aunque parezca increíble, como ya comentamos en este otro artículo, cuando el fútbol comenzó a practicarse allá por el siglo XIX no existían los árbitros, básicamente porque no eran necesarios. Los futbolistas, obviamente amateurs, se las arreglaban perfectamente para disputar un encuentro con total nobleza y llegar a un acuerdo sobre algunas jugadas muy concretas en las que podía cometerse alguna pequeña infracción.
Sin embargo, cuando el fútbol comienza a profesionalizarse es necesario alguien que ponga orden. Desde sus inicios, los colegiados siempre vistieron de color oscuro. Aunque no está confirmado al 100%, parece que el hecho de ser los encargados de impartir justicia en el juego (como los jueces en un tribunal) hizo que utilizaran atuendos negros similares a una toga.
Además, hay que recalcar que en los primeros años los árbitros de fútbol usaban una elegante chaqueta negra, camisa blanca y corbata. Según parece, aunque la vestimenta fue evolucionado y modernizándose, como es lógico, mantuvieron ese toque elegante de sus orígenes, siempre con el negro como color principal y representativo de este colectivo.
LOS ÁRBITROS EN USA ’94
Pero este deporte evoluciona y los árbitros de fútbol cambiaron su imagen de forma radical en el Mundial celebrado en Estados Unidos en el año 1994. Fue el mundial de los cambios y de las novedades y una de ellas fue muy visual. Los referees dejaron a un lado su característico color negro y pasaron a vestir camisetas de colores muy llamativos. El rosa, el amarillo o el gris dieron un toque moderno a esos ‘hombrecillos’ que, sin duda, se veían distintos.
Desde entonces han habido muchos cambios en el arbitraje. La llegada de la tecnología nos permite ver a los jueces con pinganillos y todo tipo de artilugios para tener una buena comunicación con sus asistentes (jueces de línea de toda la vida) y con la sala del VAR que revisa las jugadas más polémicas en vídeo. Sin embargo, los más veteranos siempre recordarán a los árbitros de negro como algo del fútbol de toda la vida.