Última actualización enero 29, 2020 por Javier Argudo
Hoy en día forman parte del fútbol y las vemos como un elemento más del reglamento y el juego. Sin embargo, hubo un tiempo en el que no existían. Estamos hablando, por supuesto, de las tarjetas, que comenzaron a mostrarse en el Mundial de 1970.
La necesidad de crear algo visual que dejara bien claro que un jugador había sido amonestado por el árbitro surgió después de un partido muy bronco disputado en el Mundial de 1962 entre Chile e Italia. En aquel partido, el colegiado Ken Aston no pudo serenar los ánimos de ambos contendientes y el encuentro se le fue de las manos. Tuvo que expulsar a dos futbolistas italianos y se marchó a casa muy frustrado.
En aquellos tiempos el árbitro avisaba de forma verbal a un futbolista para que dejara de protestar o de emplearse con dureza. Si el mismo jugador persistía era expulsado, pero todo de palabra. Esto generaba bastante confusión ya que en ocasiones los jugadores no eran conscientes de haber sido amonestados una primera vez. Además, el público no tenía forma de enterarse de estos avisos a un determinado jugador.
KEN ASTON INVENTA LAS TARJETAS
Los problemas continuaron en el Mundial de 1966 donde en un partido entre Inglaterra y Argentina, el trencilla alemán Rudolf Kreitlein expulsó al argentino Antonio Rattín que no se había percatado que había sido avisado con anterioridad por un problema de idioma. Del mismo modo, en ese mismo encuentro, fueron amonestados verbalmente los hermanos Jack y Bobby Charlton que tampoco eran conscientes de ello. Urgía buscar un método que dejara bien claro que un futbolista recibía amonestación.
De esta forma, Ken Aston, que en 1966 ya estaba retirado pero formaba parte del comité de árbitros, tuvo la idea de emplear el color amarillo como aviso y el rojo como expulsión después de detener su coche en un semáforo de la calle Kensington High de Londres. Pero ¿cómo llevarlo a cabo en un partido de fútbol? Fue Hilda, su mujer, la que le recortó dos cartulinas y le dio la idea de que los colegiados las llevaran en el bolsillo durante los partidos.
Así, en el Mundial de 1970 las tarjetas amarillas y rojas estuvieron presentes por primera vez. El soviético Kakhi Asatiani fue el primer jugador en recibir una amarilla en un mundial y el chileno Carlos Caszely (por aquel entonces futbolista del Levante) una roja con la consiguiente expulsión.
Una vez finalizado aquel Mundial de México ’70 las tarjetas se introdujeron en las principales ligas. Sin embargo, la liga española comenzó utilizando tarjetas blancas y rojas. El motivo, aunque no hay un versión oficial, no es otro que el hecho de que por aquel entonces las televisiones eran en blanco y negro en su gran mayoría y era más fácil diferenciar ambas cartulinas.
LA PRIMERA EN LA LIGA ESPAÑOLA
No fue hasta enero de 1971 cuando se implantaron en nuestro fútbol. Como anécdota decir que el primer jugador en recibir una tarjeta blanca por reiteradas protestas al colegiado fue el mítico delantero Quini en un partido que enfrentó al Espanyol y al Sporting de Gijón.
Las tarjetas blancas formaron parte de nuestra liga durante un lustro hasta que fueron sustituidas por las amarillas y rojas a las que nos hemos acostumbrado todos estos años. Sin embargo, en alguna ocasión se ha hablado de un posible retorno de las cartulinas de este color.
Sin ir más lejos, Platini defendió la creación de una tarjeta que sirviera para expulsar a un futbolista durante 10 minutos para calmar los ánimos sin que la expulsión fuera definitiva y el color de esta tarjeta sería el blanco.