Última actualización septiembre 7, 2022 por colgadosporelfutbol
Hablar de Xavi Hernández es hablar posiblemente de uno de los mejores centrocampistas de la historia del fútbol, su sociedad con Andrés Iniesta aportó al ya de por sí gran equipo que era aquel Barcelona beneficios adicionales que se tradujeron en innumerables títulos y en uno de los mejores equipos que se han visto sobre un terreno de juego y ambos fueron responsables en gran medida de aquella España campeona del Mundo y de Europa.
Xavi nació en Tarrasa el 25 de enero de 1980 y ya desde muy pequeño su padre le inculcó el mayor por el fútbol, se empapó del fútbol de toque de balón con jugadores de gran técnica que impuso el denominado “Dream Team” de Johan Cruyff y fue un centrocampista de técnica depurada que protegía el balón como nadie y leía con admirable sencillez el ritmo que debe adquirir el partido en cada fase del juego.
Los técnicos del club blaugrana lo siguieron durante muchos partidos de categoría infantil en la ciudad egarense a instancia de su padre, hasta que a los once años realizó la prueba con el Barcelona llegando a la Masía en 1991. Con el fútbol de Cruyff en la mente y mejorado por Guardiola que ganó el famoso “sextete” del cual fue uno de sus máximos exponentes rápidamente comenzó a mostrar desde muy temprana edad sus cualidades, incluso el propio Pep pronosticó que era el jugador que los iba a jubilar a todos en el equipo. Y no se equivocó mucho ya que se convirtió en el sucesor natural del actual entrenador del Manchester City.
Su predisposición para aprender cosas, la madurez que irradiaba a tan corta edad y su calidad futbolística propiciaron que en la temporada 1997-1998 pasara del juvenil al Barca B, en el que de inmediato se convirtió en el «cerebro» del equipo.
Un equipo en el que Xavi no sólo mandaba y organizaba, sino que marcaba goles con facilidad gracias a sus inesperadas llegadas al área y a su maestría en el lanzamiento de faltas con barrera. Ya entonces, a pesar de su baja estatura (1,70 m) y su menuda complexión (pesa 63 kilos cuando está en plena forma), sería un maestro en la conducción del balón y en la protección del mismo.
En la temporada siguiente alternaba sus actuaciones con el B y con el primer equipo, con el que debutó el 18 de agosto de 1998 de la mano del técnico neerlandés Louis Van Gaal, en un partido de la Supercopa de España ante el Real Mallorca. Fue titular y, además, marcó un gol. Van Gaal lo hizo debutar en la Liga el 3 de octubre de aquel mismo año en el Mestalla frente al Valencia, que cayó derrotado por 1-3. Sus intermitentes actuaciones con el primer equipo dieron alas a un Barça alicaído que ocupaba la décima posición de la tabla. Xavi marcó un gol decisivo que dio la victoria a su equipo en el campo del Valladolid, y a partir de aquella victoria, contando más asiduamente con su presencia, los azulgranas remontaron de forma tan espectacular que ganarían la Liga 1998-1999. Era su segundo título profesional, porque poco antes había ganado el Campeonato del Mundo Sub-20 disputado en Nigeria.
Fue en la temporada siguiente cuando el egarense se consolidó en el primer equipo además de debutar también con la selección española. Tras la marcha de Guardiola el equipo atravesó un bache de resultados en los que siempre fue titular a pesar de la situación nada idónea del equipo. No fue hasta el año 2005 cuando alcanzó su tercer título liguero. Una rotura del cruzado a finales de ese año fue la única mancha en su historial de lesiones.
Pero fue entrando el año siguiente cuando el Barcelona se convirtió en un equipo temible logrando la Champions de 2006 y empezando a dar señales de lo que vendría después culminando en 2009 cuando su equipo ganó todos los títulos que disputó.
A nivel internacional con la selección fue el dueño absoluto del centro del campo en los títulos logrados entre 2008 y 2012, es decir dos Eurocopas y un Mundial.
En total logró 25 títulos como jugador y tras una breve experiencia como entrenador del Al-Sadd finalmente llegó al Barcelona para dirigirlo de la mano de Joan Laporta que sustituyó a Bartomeu en la presidencia, con un equipo tocado deportiva y moralmente poco pudo hacer salvo vencer por 0-4 en el Bernabéu aunque no pudo impedir el alirón blanco logró llevar al equipo hasta la segunda posición. Este año puede ser el de su consolidación como entrenador de élite.