Última actualización marzo 23, 2024 por colgadosporelfutbol
Óscar Alfredo Ruggeri es uno de esos grandes futbolistas que pasaron por las filas de un equipo humilde y entrañable como el CD Logroñés. El defensa, campeón del mundo con Argentina en México ’86, destacó en las filas de los dos colosos del fútbol de su país como son Boca Juniors y River Plate antes de dar el salto al fútbol europeo para fichar por el conjunto de Las Gaunas.
Precisamente en una de sus intervenciones en el programa ’90 minutos’ en el que ha sido comentarista durante muchos años, Óscar Ruggeri contó un par de anécdotas en referencia a su fichaje y primeras impresiones al conocer el club riojano.
«En un primer momento no sabía ni el nombre del equipo que me quería fichar. Me reuní con el presidente y pensé que su nombre era Logroñés por lo que le llamé en un par de ocasiones señor Logroñés, luego supe que ese no era su nombre sino el del club en el que iba a jugar». El presidente por aquel entonces no era otro que Marcos Eguizábal.
Oscar Ruggeri, el Logroñés y Las Gaunas
Pero no queda ahí la cosa. El central argentino, como hemos dicho anteriormente, estaba acostumbrado a unos ambientes infernales. No en vano, había vestido la camiseta de los dos equipos más poderosos de Buenos Aires y había participado en varios clásicos en su país. El contraste, tal como explica, cuando debutó en Las Gaunas fue brutal: «Venía de jugar en estadios con 80.000 hinchas enfervorecidos en unos ambientes terribles y de repente me encuentro en una cancha con 14.000 que cantan ¡aúpa, aúpa, Logroñés, chuta que chuta que chuta!»
La experiencia de Ruggeri en el CD Logroñés fue breve pero muy positiva. Jugó como titular indiscutible la temporada 1988-1989, con un óptimo rendimiento, lo que le sirvió para fichar por el Real Madrid con el que consiguió el título de Liga la siguiente campaña.
Los jugadores de la Quinta del Buitre eran como nenes de teta»
Precisamente de su etapa como futbolista merengue el defensor también sacó bastantes diferencias con respecto a lo que había vivido en Argentina: «En el Real Madrid teníamos un equipo bárbaro. Butragueño, Míchel, Martín Vázquez, Hugo Sánchez… todos los de la Quinta eran como nenes de teta. Fíjate que en las concentraciones en hoteles de 10 estrellas en la habitación escuchaba el ruido de computadoras. ¡Los pibes se la pasaban estudiando para ser directivos y cosas así!. En las concentraciones en Argentina la pasábamos tirando cohetes y bombas de agua».