Última actualización agosto 16, 2023 por colgadosporelfutbol
Paulo Sergio Rosa, conocido futbolísticamente como Viola, llegó al Valencia en 1995 procedente del Corinthians de Brasil. El jugador había sido campeón del mundo en 1994 con su selección, de hecho, llegó a jugar unos minutos en la final contra Italia (entró en la segunda parte de la prórroga). Sin embargo, en el conjunto che no tuvo continuidad.
El fichaje más caro de la historia del Valencia en aquel momento
Viola llegó al club de Mestalla a cambio de 500 millones de las antiguas pesetas. De esta forma, se convertía en el fichaje más caro de la historia del club en aquel momento. Este récord únicamente duró un año ya que, otro brasileño, Romario, doblaba esa cantidad cuando firmaba por el Valencia para sustituir, precisamente, a su compatriota.
El paso de Viola por Valencia fue fugaz. Desde el principio, el club trató de desprenderse de él ya que hizo unas declaraciones bastante polémicas, acusando a la directiva de haber sido engañado en la firma del contrato. Además, afirmó que él nunca quiso abandonar el Corinthians pero le obligaron.
A pesar de estos sinsabores, lo cierto es que la afición le cogió cariño y su rendimiento no fue del todo malo. En su única temporada como valencianista disputó 37 partidos entre Liga y Copa y anoto 12 goles. Su gran apoyo en el vestuario del Valencia fue Mazinho, compatriota con el que había coincidido en la selección campeona del mundo en Estados Unidos.
Aquella temporada 1995-1996 fue la del histórico doblete del Atlético de Madrid entrenado por Radomir Antic. El Valencia fue el único que peleó con los rojiblancos por el título, con Luis Aragonés en el banquillo valenciano Precisamente, el entrenador tuvo más de un enfrentamiento con Viola que, como tantos otros brasileños, tenía una forma de ser bastante ‘peculiar’.
¡Uh ah Viola, Uh Ah Viola!
Como decimos, el público de Mestalla recuerda con cariño la figura del delantero. Sus bailes después de marcar un gol, sus peinados estrafalarios y su simpatía, le convirtieron en un jugador bastante querido por la grada. Hasta le hicieron un cántico: ¡UH, AH, VIOLA, UH, AH, VIOLA!
Después de su paso por Valencia, Viola regresó a Brasil donde vistió al camiseta de equipos como Palmeiras, Santos o Vasco de Gama. Además, tuvo una nueva aventura en Europa, en concreto en Turquía, donde jugó una única temporada en el Gaziantepspor. Después, vuelta a Brasil donde, atención, sigue jugando a sus 51 años de edad en el Gremio Osaco.
Entre medias, como no podía ser de otra forma, tuvo algunos problemas con la justicia. En 2002 fue decretado su ingreso en prisión por agredir a un hincha de su equipo. En 2012, fue detenido nuevamente, en esta ocasión por posesión ilegal de un arma de fuego. Desde luego, todo un personaje que hoy queríamos recordar.