El origen del «¡Así, así, así gana el Madrid»!

El origen del «¡Así, así, así gana el Madrid»!
Lluvia de almohadas en El Molinón debido al enfado del público (Foto: El País / EFE)

Hoy está muy extendido este cántico cuando una afición rival considera que el árbitro del partido está beneficiando al Real Madrid contra su equipo. Sin embargo, no todo el mundo conoce el origen de esta pegadiza canción que ha cumplido más de 30 años desde la primera vez que fue entonada: ¡así, así, así gana el Madrid!.

Fue un 25 de noviembre de 1979 en un partido que disputaron el Sporting de Gijón y el Real Madrid en El Molinón. El conjunto asturiano era un rival poderoso en aquella época, que jugaba de tú a tú a los más grandes y peleaba por el título. La temporada anterior, el conjunto rojiblanco había sido subcampeón de Liga, logrando así su mejor clasificación en toda su historia.

Esta vez llegaba el Real Madrid como segundo clasificado a un punto del líder, la Real Sociedad, mientras que el Sporting era tercero con un punto menos que los merengues. Era, por tanto, un partido muy importante para ambos. Las gradas estaban llenas y el público apretaba.

El Sporting con Cundi, Doria, Mesa, Ferrero y Quini entre otros. El Real Madrid con Stielike, Santillana, García Remón, Camacho y Juanito entre los más destacados. Dos grandes equipos por aquel entonces.

«ASÍ GANA EL MADRID»

La polémica no se hizo esperar. Ferrero, habilidoso atacante local, se enzarza con San José, central madridista que le pega un golpe en la cara. El jugador sportinguista reacciona lanzando una patada al central que se queja desde el suelo. El árbitro, Ausocúa Sanz, señala la falta del jugador del Real Madrid pero expulsa a Ferrero que se retira del campo con la cara ensangrentada por el codazo sufrido.

Fue en ese preciso momento cuando comenzaron a llover almohadillas sobre el terreno de juego gijonés a la vez que el estadio comienza a cantar el famoso «¡Así, así, así gana el Madrid!». Para colmo, Quini, estrella del equipo local, se marca un gol en propia puerta pasada la media hora de juego. El enfado en la grada va en aumento hasta el punto que Boskov, entrenador madridista, retira a San José del campo para evitar que sea expulsado.

A pesar de todo, el Sporting fue capaz de empatar el partido con 10 jugadores por mediación de Joaquín y a partir de ahí poco más. Partido bronco y con poco fútbol que acabó en empate a uno y una rivalidad entre ambos equipos que duraría varios años y todavía hoy perdura.

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