Última actualización mayo 16, 2020 por Javier Argudo
El TSV 1860 y el Bayern son los dos clubes más importantes de Múnich. Históricamente ha existido una diferencia abismal entre ambos, sin embargo, esto no siempre fue así. Hoy recordaremos un hecho que, a buen seguro, significó un antes y un después en la historia no sólo de ambos sino de todo el fútbol alemán.
Franz Anton Beckenbauer, considerado por muchos uno de los mejores defensas de la historia del fútbol, debutó en el primer equipo del Bayern Múnich en 1964. Es sin duda, uno de los hombres más importantes en la historia del club bávaro y de la selección alemana, en la cual consiguió el Mundial de 1974 como jugador y el de 1990 como entrenador, además de la Eurocopa de 1972, también como jugador.
En el verano de 1958, Franz se encontraba disputando un torneo juvenil con su club, el SC 1906 Múnich. Con tan solo 13 años, el joven Beckenbauer destacaba como delantero centro de su equipo. Tanto, que en las semifinales de dicho torneo le había hecho un gol al Bayern Múnich.
Yo era del 1860 incluso cuando descendió. Siempre soñé con jugar con ellos»
En la final, se enfrentaban el SC 1906 Múnich frente al Múnich 1860, el equipo favorito de Franz desde niño. Años después, dijo en una entrevista: “Yo era del equipo incluso cuando descendió. Siempre soñé con jugar con ellos”. Antes de la final, Beckenbauer ya había decidió fichar por el Múnich 1860, debido a que su actual club, no podía permitirse mantener a sus equipos de escolares por falta de fondos. El otro equipo que lo pretendía era el Bayern, pero el joven no sentía ninguna simpatía dicho club, más bien todo lo contrario.
A los pocos minutos de comenzar la final, el mediocentro del 1860 Múnich, que ya había sido avisado del talento del joven delantero, le hizo una entrada durísima, que este decidió devolverle minutos después. El ambiente en el partido era tenso, tanto que, tras otra falta de Franz sobre el mediocentro rival, este le asestó una bofetada. Existe una segunda versión que cuenta que el jugador no le dio una bofetada, sino que le dijo: “Estúpido mentecato. Vete a jugar con canicas y deja el fútbol a los mayores”. En cualquier caso, esto no sentó nada bien al pequeño Franz, que decidió en ese mismo momento, que jamás jugaría para un club con jugadores que se comportasen de una manera tan violenta. Minutos después anotaría un gol para despedirse de su club, el SC 1906 Múnich.
Beckenbauer cumplió su palabra y tan solo unos días después, fichó por las categorías inferiores del Bayern de Múnich, eterno rival de su querido 1860.
Unos años más tarde, el por aquel entonces presidente del Bayern, Willi Neudecker, contrató como entrenador del primer equipo a Tschick Cajkovski, campeón de Alemania en 1962 con el Colonia. Este, aceptó la oferta a pesar de que el Bayern aún no era un gran equipo en Alemania, posiblemente tentado por la gran generación que había en el equipo filial.
Los Maier, Schwarzenbeck, Roth, Müller y por supuesto Beckenbauer, llevaron al Bayern a ganar 4 Bundesligas, 3 Copas de Europa de manera consecutiva y además, una Recopa de Europa y una Intercontinental, convirtiéndolo en el club más laureado de la historia de Alemania y en un equipo temible en Europa.
Franz Beckenbauer, a nivel individual, lograría hacerse con el Balón de Oro europeo en 2 ocasiones (1972 y 1976), y sería nombrado como el tercer mejor jugador del siglo XX por IFFHS en 2004.
Después de lograr tantos títulos colectivos e individuales, y de alzar al Bayern de Múnich hasta el más alto nivel en Alemania, nos preguntamos, ¿qué hubiera ocurrido si en aquel partido entre juveniles, el mediocentro del Múnich 1860 no hubiese abofeteado a Beckenbauer? ¿Sería ahora un equipo puntero en Alemania? Nunca lo sabremos.