Última actualización julio 15, 2020 por Javier Argudo
El 21 de marzo de 1993 se disputó en el Estadio Ramón de Carranza un partido que pasó a la historia. Y no fue por su lluvia de goles ni por el espectáculo de buen fútbol sino por el enfrentamiento entre Carmelo y Maradona, dos pesos pesados en sus respectivos equipos.
Aquel choque venía cargado de tensión. El Cádiz estaba más que necesitado de puntos pues ocupaba la penúltima posición en Primera a tres puntos de su predecesor, el CD Logroñés. Por su parte, el Sevilla, dirigido en el banquillo por Carlos Bilardo, buscaba una victoria para colocarse en zona europea, objetivo primordial de aquella temporada.
El partido no fue nada bonito. Poco fútbol, muchas patadas y más de una bronca. Como es lógico, Maradona se llevó todas las miradas tanto de la grada como de sus propios rivales que no le dejaban ni a sol ni sombra. Desde luego, El Pelusa no era de los que se achicaba y se encaró en más de una ocasión con los defensores gaditanos.
A falta de 10 minutos para el final del encuentro, una entrada de Stimac, futbolista del Cádiz, sobre el propio Maradona desencadenó una espectacular tángana entre jugadores de ambos equipos. La cosa fue tal que incluso los entrenadores y miembros del banquillo tuvieron algo más que palabras. De hecho, las fuerzas del orden se vieron obligadas a intervenir.
Por encima de todos destacó el duelo entre Carmelo y Maradona. Huelga decir que el estilo de ambos futbolistas era bien distinto pero los dos eran muy buenos en lo suyo. El ‘Beckenbauer de la Bahía‘ explicó en una entrevista para Deportes Cope su versión de lo sucedido aquella tarde: «Diego llevaba todo el partido diciéndonos de todo. Antes del incidente ya había tenido una con Stimac y estaba todo el rato insultándonos y diciéndonos de todo y, claro, al final se terminó liando lógicamete porque acabé estallando”.
Aún así, el bravo defensor cadista se muestra arrepentido de aquel suceso: «Fue una pena porque el fútbol es otra cosa y no debió suceder algo así. Los futbolistas somos un ejemplo para muchos niños por eso pedí disculpas por aquello y lo vuelvo a hacer. Pero estos que venían de la capital se creían que podían avasallarnos y eso no podía ser».
El resultado final de cero a cero sirvió de poco a Cádiz y Sevilla. Ninguno de los dos equipos cumplió con el objetivo marcado al inicio de temporada pues los gaditanos descendieron a Segunda División y los sevillistas se quedaron a las puertas de clasificarse para la Copa de la UEFA. Los caminos de Carmelo y Maradona se separaron al finalizar aquella temporada pero su enfrentamiento aún pervive en la memoria de muchos aficionados.