Última actualización febrero 12, 2020 por Javier Argudo
Hay historias y casos en el fútbol que no tienen ninguna explicación. Uno de los más sorprendentes con los que nos hemos encontrado y que os contamos hoy es el de Ladislao Mazurkiewicz Iglesias, arquero uruguayo que militó en las filas del Granada durante dos temporadas en las que disputó un total de… ¡dos partidos!
Para hacernos una idea de lo sorprendente del caso debemos exponer los hechos en orden cronológico. Mazurkiewicz está considerado por la gran mayoría de expertos como el mejor portero sudamericano de todos los tiempos. Fue internacional por Uruguay en los Mundiales de 1966, 1970 (en el que fue nombrado mejor portero) y 1974.
MAZURKIEWICZ, LEYENDA DE PEÑAROL
De hecho, además de por su brillante trayectoria sobre todo en Peñarol, con el que en 1966 ganó la Copa Liberadores contra River Plate y la Intercontinental contra el Real Madrid, el meta es conocido por ser el portero en la famosa jugada del regate de Pelé en el Mundial de 1970 que no finalizó en gol por bien poco.
Para sorpresa de todos, el arquero uruguayo fue fichado una vez finalizada la Copa del Mundo de 1974 por el Granada CF que por aquel entonces militaba en la Primera División española. El conjunto andaluz se había adelantado así a importantes clubes que se quedaron con un palmo de narices al ver como el mejor portero del mundo en aquel momento fichaba por el club nazarí.
PORTERO SUPLENTE DEL GRANADA CF
Obviamente, el que venía siendo portero titular del Granada la temporada anterior, Francisco Javier Izkoa, dio por hecho que ahora le iba a tocar chupar banquillo ya que competir con un «bicho» como Mazurkiewicz era poco menos que una misión imposible. Pero para sorpresa de todos, el entrenador del Granada en aquel momento, Joseíto, le dio la titularidad al español que disputó 32 de los 34 partidos de Liga. Los otros dos fueron para el uruguayo.
El Granada se salvó del descenso esa temporada 1974-1975 por los pelos (finalizó con los mismos puntos que el Málaga que fue el que bajó a Segunda División). Ante esta situación tan al límite, la directiva nazarí decidió cambiar de entrenador. Joseíto se marchó y llegó Miguel Muñoz.
Sin embargo, nuevamente para sorpresa de todos, el nuevo técnico no solo no contó con Mazurkiewicz sino que dio la titularidad a un joven inexperto de 19 años recién llegado al club, José Antonio Puente. Si la primera temporada el internacional uruguayo jugó 2 partidos, en la 1975-1976 no jugó ninguno por lo que al finalizar la misma (con descenso del Granada incluido) decidió marcharse.
El que fuera cancerbero de éxito en Racing, Peñarol y Atlético Mineiro, jugó en Cobreloa (Chile), América de Cali (Colombia) y finalizó su carrera de nuevo en Peñarol donde es toda una leyenda.
Sin embargo, nadie ha sabido nunca explicar el motivo por el que no tuvo ninguna oportunidad en el Granada y por desgracia ninguno de los protagonistas podrá explicarlo jamás ya que tanto Joseíto, Miguel Muñoz como el propio Ladislao Mazurkiewicz nos dejaron hace ya unos años.