Última actualización noviembre 28, 2019 por Javier Argudo
El Mundial de Brasil ’50 fue diferente y estuvo marcado por un partido que pasó a la historia que fue bautizado como ‘El milagro de Belo Horizonte‘. Pero además estuvo rodeado de muchas circunstancias especiales.
BRASIL ANFITRIÓN DEL MUNDIAL DE 1950
Para empezar fue el primero que se jugaba tras el final de la Segunda Guerra Mundial. En 1946 la FIFA decidió otorgar la organización del Mundial de 1950 a Brasil, único aspirante pues Europa había quedado prácticamente arrasada por la gran guerra y otros que no habían participado en ella como España, vivían en la más absoluta de las pobrezas después de la Guerra Civil.
La decisión estaba clara, Brasil acogería un Mundial que terminaría con una amarga sorpresa para los anfitriones pero que iba a dejar más historias como la gran hazaña de EEUU, digna de la mejor película de Disney, ya que fueron capaces de ganar a Inglaterra, los inventores del fútbol.
Con un equipo formado por jugadores cacharreros, Estados Unidos se plantó en el Mundial de Brasil 1950. El equipo norteamericano estaba compuesto por un grupo de chicos de todos los sitios posibles del mundo, que no se conocían hasta unos días antes de empezar la Copa del Mundo. Mientras que los ingleses llegaban a su primera participación en un Mundial. Antes, se habían negado a participar al considerarse que ningún equipo era digno de jugar contra ellos por haber inventado el juego, y en esa edición, los bajaron a la tierra dos veces, primero los americanos y después los españoles, pero eso es otra historia.
LA GRAN HAZAÑA DE ESTADOS UNIDOS
Inglaterra llevó a Brasil una generación de figuras mundiales como Sir Stanley Matthews (primer Balón de Oro de la historia y con 41 años) y se vieron sorprendido por un equipo de aficionados formado por, y perdonen por la insistencia, cuatro ‘cacharreros’.
El portero, Franck Borghi, era conductor de un coche fúnebre, el autor del gol, un haitiano llamado Getjens, trabajaba como lavaplatos en un restaurante de Brooklyn. Con ese panorama, antes del partido los ingleses se frotaban las manos.
Obviamente el reglamento y los medios no eran los mismos que hoy en día, facilitando así que se pudieran dar estos casos ya que se presentaron a jugar con un portero italiano, un defensa belga, un británico y un haitiano entre muchos otros. Poco después, la FIFA se llegó a plantear anular aquel resultado al descubrir France Football toda esta situación pero al final no lo hizo. El partido pasó a la historia como ‘El milagro de Belo Horizonte’.
Por si le faltaban pocas cosas para considerar la victoria americana como un milagro, las apuestas antes del partido se situaban 500 a 1, por lo que, si a alguien se le ocurrió invertir una buena cantidad por los americanos, ese día se hizo millonario. EEUU le ganó por 1-0 a Inglaterra en la que fue su única victoria del campeonato (perdió contra España y Chile) y se fue a lo grande, como les gusta a los americanos y no volvió a jugar una cita mundialista hasta 40 años después, en 1990.