Última actualización marzo 9, 2022 por colgadosporelfutbol
Fernando Gómez Colomer, deportivamente conocido como Fernando, es una de las mayores leyendas del Valencia CF. Un futbolista con carisma y juego que tras 15 temporadas con la camiseta che se convirtió en el capitán del que ha sido el equipo de su vida. Tanto ha dado por el club que ya es considerado a día de hoy como un hombre-récord.
Fernando Gómez Colomer, ‘El Catedrático’
Conocido como ‘El Catedrático’, Fernando Gómez nació y creció en Valencia, donde se crío en el barrio de San Marcelino, en unas calles y una plaza que fueron testigos del inicio de una leyenda del Mestalla. Comenzó jugando con sus amigos y compañeros en el Colegio Salgui, de donde fue llamado por Vicente Guillot, responsable por aquel entonces de la escuela del Valencia CF. Una figura relevante del club que descubrió a la joven promesa en un partido y que no tardó ni 90 minutos en ver todo su potencial. Así, a la corta edad de 16 años, Fernando se incorporó a las categorías inferiores.
La montaña rusa empezaba a subir, y el de San Marcelino poco tardó en pasar a los juveniles. Su primer entrenador sería Valdez, que convirtió a Fernado Gómez en un indispensable del once titular y lo definía como mediocentro organizador y pulverizando en todos los registros. Era un goleador nato y los números hablaban por él, 33 goles en 32 partidos, por lo que Paquito confía en él para jugar con la Primera División a la edad de 18 años.
Un 15 de enero de 1984 que Fernando Gómez recordará como un día ilusionante, como el día que debutó frente al Valladolid en Zorrilla. Le costó hacerse al equipo, pero fueron pocos los meses que tuvieron que pasar para que el romance entre él y el gol saliese a la luz. Lo haría frente al Atlético de Madrid en Mestalla, donde marcaría su primer gol arropado por la afición valencianista en casa.
Una lesión le aparta de los terrenos de juegos en la peor temporada del Valencia
Fernando Gómez cuajó en el once y pese a su juventud se ganó pronto un puesto en el primer equipo. Su gran clase y técnica estaban latentes en cada partido, pero la mala época económica y de reconstrucción por la que atravesaba el Valencia FC llevó al equipo a tener que recurrir en demasiadas ocasiones a la inexperiencia de la cantera, lo que derivó finalmente en 1986 en un descenso a Segunda División. Una nefasta temporada con la que Fernando terminó cargando ya que apenas pudo participar por una grave lesión que lo mantuvo alejado de los terrenos de juego. Y no hay nada peor que ver cómo se hunde tu barco y no poder hacer nada.
La vuelta de Fernando por todo lo alto, uno de los líderes del equipo que devuelven al Valencia a Primera
Tras una larga recuperación, Fernando Gómez vuelve a los entrenamientos con el primer equipo y asume. Se convierte en el capitán del barco y pone rumbo a Primera División. Una garra y una fuerza a velocidad de crucero que les hizo atracar gloriosos de nuevo en la élite del fútbol español y europeo.
Las temporadas se iban sucediendo y a pesar del cambio de banquillo, ningún entrenador tenía dudas: Fernando merecía ser titular en cada encuentro. Era un referente del equipo, un artillero que no defraudaba campaña tras campaña, marcando siempre un mínimo de 10 goles anuales. Tal era su magia con un balón en los pies que Mestalla que como dijimos antes, era conocido como “El Catedrático”. Y fueron muchos los templos que quisieron hacerse con él, pero Fernando Gómez tenía claro su sueño: triunfar en el equipo de su vida, ese que comenzó viendo los domingos como aficionado y terminó siendo su casa.
Tuvo que trabajar duro, pero logró su objetivo con creces al situarse en dos ocasiones a punto de conquistar una final de Copa, que finalmente perdería frente al Deportivo, y una Liga, que de haber durado alguna jornada más hubiese ganado. Todo bajo las órdenes de Luis Aragonés en una época dorada para el Valencia, en el que el mayor tesoro era Fernando. Una joya que pasó a reliquia cuando se convirtió en el futbolista que más partidos ha disputado con la camiseta valencianista (703 encuentros, 554 de ellos oficiales), el cuarto que más goles ha marcado con la camiseta del Valencia (145), tras Mundo, Waldo y Kempes y el único que ha superado los 100 goles.
Pero esto no es todo, y es que también destacó por sus tiros, casi infalibles, desde el punto de penalti (de los que marcaría 17), su gran número de asistencias (63) y su internacionalidad en ocho ocasiones, cuando marcó con la selección española (2 goles) y participó en la Copa del Mundo de Italia en 1990. Sin duda un hombre-récord del Valencia CF que acapara todos los rankings.
Y no era para menos, verle jugar era todo un espectáculo y los años parecían no apagar su calidad como jugador estrella. Pero todo cambió con la llegada de Claudio Ranieri. Sus inicios en el banquillo valencianista supusieron un punto de inflexión en la carrera futbolística de Fernando, que pasó a ser relegado a un papel secundario.
Su etapa en la Premier y en el CD Castellón
Fernando, ante la perdida de protagonismo en su Valencia, terminó marchándose a Inglaterra, donde defendió la camiseta del Wolverhampton durante una temporada. En su regreso a España, recaló en el CD Castellón, donde, en el 2000, terminaría colgando las botas. Un final como futbolista profesional que le dejó sin un gran palmarés, pero si con la fortuna de levantar el verdadero trofeo: el cariño de una afición que lo recuerda como toda una leyenda del Valencia CF.