Última actualización agosto 5, 2019 por Javier Argudo
En el mundo del fútbol estamos acostumbrados a ver al portero luciendo el número 1 en su camiseta. Sin embargo, hoy vamos a tratar el curioso caso de los dorsales de Argentina en los mundiales de 1974 a 1986 (ambos inclusive), donde pudimos ver a varios futbolistas con números ‘raros’ en su espalda.
Después de no clasificar para el campeonato del mundo de México en 1970, la albiceleste sí estuvo presente en Alemania en el año 1974. Para esta edición y para las siguientes de 1978, 1982 y 1986, el combinado argentino decidió que sus futbolistas se repartirían los dorsales por orden alfabético. La idea surgió del triunvirato de técnicos formado por Cap, Varacka, Perfecto Rodríguez.
Este reparto de los dorsales de Argentina provocó que, entre otras cosas, el arquero Ubaldo Fillol luciera el 5 y el 7 en los mundiales que defendió el arco argentino. Así mismo, Ardiles fue el número 1 y el propio Mario Alberto Kempes tuvo que enfundarse la casaca con el 13 en Alemania 1974. Por suerte, ‘El Matador’ pudo llevar la ’10’ en el Mundial que Argentina ganó en casa en 1978.
EL 10 DE MARADONA Y EL 14 DE CRUYFF ‘SAGRADOS’
Esta costumbre se mantuvo en 1982 y 1986 pero con la llegada de Diego Armando Maradona llegaron las excepciones. El Pelusa pidió a Kempes poder llevar la 10 en el Mundial de España (le correspondía el 11 siguiendo el orden alfabético) y también la mantuvo en México cuando la albiceleste logró su segundo título. Otro de los ‘privilegiados’ que saltó el orden alfabético de los dorsales de Argentina fue Jorge Valdano al que vimos con el 11 en 1986.
Sin embargo, este curioso reparto de los dorsales no fue únicamente empleado por la selección de Argentina. Holanda también lo utilizó durante unos años. Sin ir más lejos, en el histórico Mundial de 1974 en el que ‘La Naranja Mecánica’ pasó a la historia alcanzando la final con el llamado ‘fútbol total’, sus jugadores repartieron los números por orden alfabético.
También pudimos ver a su portero, Jan Jongbloed, con el 8 en su camiseta aunque, nuevamente, hubo una excepción ya que el 14 de Johan Cruyff era sagrado y estaba reservado para la estrella del combinado orange.