Última actualización diciembre 12, 2019 por Javier Argudo
Jorge ‘Mágico’ González es toda una leyenda del fútbol salvadoreño. Ídolo absoluto en su país, destacó en el Mundial de España ’82 en el que su selección no tuvo una participación muy brillante precisamente. El Salvador perdió los tres partidos que disputó y encajó la mayor goleada de la historia de los mundiales (10-1 contra Hungría).
A pesar de todo, el Cádiz CF se fijó en aquel futbolista y forzó la máquina para hacerse con sus servicios. En ‘La Tacita de Plata’ se convirtió en mito logrando el ascenso a Primera en su estreno en España y poco después formando parte de la mejor etapa de la historia del conjunto andaluz que logró encadenar 8 temporadas de forma consecutiva en la máxima categoría del fútbol español.
Fue en el verano de 1984 cuando César Luis Menotti reclutó al Mágico González para realizar una gira con el FC Barcelona por Estados Unidos. En aquella época, Diego Armando Maradona todavía pertenecía a la disciplina culé (al finalizar aquella temporada marcharía rumbo a Nápoles) por lo que pudimos ver juntos a las dos mega estrellas aunque solo fuera en unos ‘bolos’ amistosos.
El Barça aún tenía un compromiso liguero por lo que viajó a tierras americanas con varios ‘fichajes’ para completar la expedición. Además del Mágico González también estuvo presente, Mario Husillos. El argentino del Real Murcia no pudo hacer más para hacerse un hueco en la plantilla blaugrana ya que marcó un hat-trick en el único partido que disputó contra el Cosmos de Nueva York.
MÁGICO GONZÁLEZ Y LA ALARMA DE INCENDIOS
Pero volviendo a la aventura de Mágico González en el Barça no podemos obviar el motivo por el que la entidad culé decidió no acometer su fichaje. Por todos era sabido que el salvadoreño era dado a la fiesta y a las mujeres y, por lo visto, se encontraba en compañía de un par de ellas cuando Maradona activó la alarma de incendios a modo de broma. Toda la expedición así como los trabajadores del hotel acudieron rápidamente al hall. Únicamente faltó Jorge González que, seguramente, andaba ocupado en otros asuntos.
La directiva culé, encabezada por el presidente Nuñez, decidió que ya había tenido suficiente con lidiar con Maradona y Schuster, que eran de armas tomar, por lo que no quisieron incoporar a un futbolista ‘problemático’ como el Mágico González al que, dicho sea de paso, tampoco le importó demasiado ya que donde realmente era feliz era en Cádiz.
La aventura del futbolista de El Salvador en el Barcelona fue breve. Quién sabe lo que hubiera podido ser aquella dupla Maradona-González en el Barça pero ni uno ni otro vistieron la azulgrana la siguiente temporada. La alarma de incendios activada por ‘El Pelusa’ pudo ser una de las claves.