Última actualización agosto 9, 2023 por colgadosporelfutbol
La temporada 1986-1987 fue la de los famosos playoffs que acabaron siendo un auténtico fracaso. Por suerte, aquel experimento duró una sola campaña ya que fue una auténtica chapuza que se fue improvisando sobre la marcha como ya explicamos en este otro artículo. Además, aquel curso tuvo un encuentro que pasó a la historia ya que supuso el récord de expulsiones de un equipo en la Liga.
El récord de expulsiones en un partido de Liga
El partido en cuestión enfrentó al RCD Espanyol (por aquel entonces Español) y al RCD Mallorca un 13 de junio de 1987. El conjunto balear todavía tenía opciones de clasificarse para disputar la Copa de la UEFA pero, para ello, debía ganar en el mítico y ya desaparecido Estadio de Sarrià.
La semana había sido calentita con un cruce de declaraciones entre los técnicos de ambos conjuntos: Javier Clemente era el entrenador de los pericos mientras que Lorenzo Serra Ferrer se sentaba en el banquillo bermellón por aquel entonces.
Las cosas comenzaron a torcerse para los visitantes bien pronto. En el minuto 27, el Paquete Higuera recibía la segunda amarilla y era el primero en enfilar el túnel de vestuarios antes de tiempo. Por si fuera poco, en el minuto 40, los locales marcaban su primer gol obra de Ernesto Valverde y antes del descanso Miquel Soler lograba el 2-0. El partido estaba prácticamente sentenciado.
El show del colegiado Caetano Bueno
Es ahí cuando las cosas comenzaron a complicarse. El juego se endureció y los futbolistas de ambos equipos empezaron a realizar entradas peligrosas. Hassan, futbolista del Mallorca, era el segundo expulsado de la tarde también por doble amarilla en el minuto 64. Esto, lejos de aplacar los ánimos hizo que siguieran por los mismos derroteros.
El triste protagonista del encuentro, el colegiado Caetano Bueno, terminó de ejecutar al RCD Mallorca en el minuto 70 con una triple (han leído bien) expulsión. Chano, Pepe Bonit y Orejuela eran enviados a los vestuarios y los bermellones se quedaban con 6 futbolistas sobre el terreno de juego (con la normativa actual en ese momento el partido habría finalizado).
Los goles del RCD Espanyol siguieron cayendo (Pineda, Golobart y Pichi Alonso) para cerrar el marcador con un rotundo 5-0. Estábamos ante el récord de expulsiones de un equipo en un partido de Primera División, algo que no podrá superar ningún otro debido a que en la actualidad ninguno puede jugar con menos de 7 futbolistas. Sin embargo, aquel día el Mallorca acabó con 6 sobre el césped.
Como es lógico, aquel récord de expulsiones tuvo su impacto inmediato en los medios de comunicación. José María García logró una entrevista con los técnicos de ambos conjuntos que fue de lo más tensa. Javier Clemente culpó a Serra Ferrer del comportamiento de sus jugadores además de recordarle que llevaba ya muchos años entrenando en Primera mientras que él acababa de llegar. Aquellos maravillosos 80.