Última actualización mayo 14, 2020 por Javier Argudo
Arsene Wenger es toda una institución en el Arsenal. El técnico francés llegó al club londinense en 1996 y permaneció como primer entrenador hasta 2018. Todo un logro en los tiempos que corren.
En su segunda temporada al frente de los gunners, logró el doblete (Liga y FA Cup), por segunda vez en la historia del club. A partir de ahí, una trayectoria bastante exitosa que tuvo su momento cumbre con el Arsenal de Los Invencibles que logró el título liguero de forma invicta.
Sin embargo, hoy nos detendremos en un momento que pasó a la historia del fútbol inglés y que fue todo un ejemplo de Fair Play. Precisamente, el balompié británico se ha caracterizado siempre por ver con malos ojos cualquier tipo de artimaña y ha intentado ser siempre ejemplo de juego limpio. Los propios seguidores ingleses han mostrado siempre rechazo a la simulación de faltas o lesiones para perder tiempo por parte, incluso, de sus propios jugadores.
Justamente después del citado doblete obtenido en la segunda campaña de Arsene Wenger al frente del Arsenal, el conjunto de Londres se medía en la FA Cup al Sheffield United, otro histórico. El partido marchaba con empate a uno en el marcador merced a los goles de Vieira y Marcelo respectivamente.
Fue entonces cuando el guardameta del Sheffield, Alan Kelly, con el balón en su poder, lo envío fuera de banda para que se asistiera a su compañero de equipo, Lee Morris, que yacía en el suelo lesionado. Parlour sacó de banda esperando que su compañero receptor, el entonces debutante Kanu, volviera a lanzar el balón fuera, tal y como las reglas no escritas del buen deportista exigen. Pero el nigeriano decidió no hacerlo y avanzó hacia la portería de Kelly, dando un pase de la muerte que Overmars no desaprovechó. El encuentro finalizó con victoria de los gunners por dos tantos a uno.
Como es lógico, los futbolistas del Sheffield mostraron su indignación y se generó una gran polémica. No obstante, ante la sorpresa de todos, Arsene Wenger pidió en la propia rueda de prensa la repetición del partido, alegando que el Arsenal (vigente campeón) no podía pasar de ronda de un modo antideportivo. El club hizo una petición formal a la FA, que aceptó y el partido se repitió diez días más tarde.
Curiosamente, el partido terminó con idéntico resultado de dos a uno a favor de los londinenses, pero la lección de ética del técnico francés le hizo convertirse en un ídolo para los aficionados del Sheffield United, ¡y sin haber entrenado jamás al club, un mérito añadido!