Última actualización junio 8, 2020 por Javier Argudo
Míchel fue uno de los grandes protagonistas de aquella selección española que acudió con ilusión al Mundial de Italia en 1990. El combinado, dirigido por Luis Suárez desde el banquillo, contaba con una base integrada por la mítica ‘Quinta del Buitre’.
España debutó el 13 de junio de 1990 en Udine contra Uruguay. El partido fue muy flojo (como la gran mayoría de aquel campeonato) y finalizó con empate a cero. La cosa pudo haber sido peor para los españoles si Rubén Sosa no hubiera enviado a las nubes un lanzamiento de penalti a falta de tres minutos para el final.
Míchel: «Me lo merezco, me lo merezco»
Las críticas no se hicieron esperar y Míchel fue uno de los grandes señalados. El ’21’ fue acusado de presionar al seleccionador para que Manolo, delantero del Atlético de Madrid, no fuera titular y en su lugar jugara Julio Salinas. Fuera verdad o no, el caso es que el madridista tuvo su gran momento en el siguiente encuentro contra Corea del Sur en el que anotó los tres goles de la victoria de España (1-3). En una de las celebraciones, el sonido ambiente recogió una frase del protagonista del choque: «Me lo merezco, me lo merezco».
El juego de España siguió mejorando y derrotó en el último partido del grupo a Bélgica. Un nuevo gol de Míchel de penalti y otro de Górriz certificaron el 1-2 definitivo con el que los españoles se hicieron con el primer puesto. En octavos esperaba Yugoslavia.
La cita tuvo lugar el 26 de junio de 1990. Españoles y Yugoslavos protagonizaron un duelo vibrante y lleno de emoción. Aunque España fue mejor y tuvo buenas oportunidades en las botas de Butragueño, Martín Vázquez o Julio Salinas, el primer gol fue de Stojkovic. Todo parecía perdido, pero un gol del propio Salinas a falta de siete minutos para el final forzó la prórroga.
Stojkovic fulmina a España
Fue entonces cuando de nuevo Stojkovic (y también Míchel) se convirtieron, nuevamente, en protagonistas. Una falta lejana era lanzada magistralmente por el ’10’ yugoslavo originando el 2-1 definitivo. Un jugador en la barrera española se agachó y propició que la estirada de Zubizarreta fuera inútil. En efecto, Míchel. España estaba eliminada y hacía las maletas rumbo a casa.
La suerte en aquella Copa del Mundo le sería esquiva a Yugoslavia en cuartos de final. Los balcánicos fueron eliminados por Argentina en la tanda de penaltis. Stojkovic, verdugo de España, erró uno de los lanzamientos, al igual que Hadzibegic. Los argentinos, que alcanzaron la final, perderían contra Alemania merced a un penalti (inexistente) anotado por Andreas Brehme. Sin duda, uno de los peores Mundiales de la historia.