Última actualización septiembre 2, 2020 por Javier Argudo
Augusto César Lendoiro es uno de esos míticos y peculiares presidentes que dominaban el fútbol español en los años 90. El gallego creó, prácticamente de la nada, el histórico Súper Dépor que se codeó con los más grandes de España y de Europa durante años.
En los primeros años de la década de los 90, Lendoiro logró dos de los mejores fichajes de la historia del club: Bebeto y Mauro Silva. Los brasileños llegaron a Coruña para sorpresa de muchos, aunque realmente no eran tan conocidos como, por supuesto, llegaron a ser después.
Según cuenta el propio protagonista de este artículo, Bebeto lo tenía prácticamente hecho con el Borussia Dortmund. El presidente del Deportivo de la Coruña, que se desplazó personalmente a Brasil para contratar al futbolista, le dijo a su mujer que en Alemania hacía mucho frío y que no iban a ser felices. Por supuesto, se encargó de argumentar que la playa de Riazor era como una pequeña Copacabana (posiblemente obvió que el clima de Galicia no es como el de Brasil).
Lendoiro: «En ocasiones comenzábamos a las 22:00 horas y cerrábamos el acuerdo a las 12 de la mañana»
Lendoiro tenía una forma de negociar muy particular. Normalmente fijaba sus reuniones por la noche y agasajaba con una buena cena con marisco y el mejor vino. Como él mismo ha reconocido en más de una entrevista: «En ocasiones comenzábamos a las 22:00 horas y cerrábamos el acuerdo a las 12 de la mañana. Por la noche se negocia mejor, nadie te molesta».
De esta forma, Bebeto y Mauro Silva llegaron al Deportivo en la temporada 1992-1993. Ambos son leyendas del club, de hecho, el centrocampista brasileño estuvo presente en los 6 títulos oficiales de la entidad. Por su parte, el atacante fue Pichichi en su primera campaña y fue entonces cuando llegó el interés del FC Barcelona en su contratación: «En mi primer año fui máximo goleador y el Barcelona quiso ficharme. Lendoiro me llamó y me dijo que si me dejaba marchar lo mataban. Mejoró mi salario y me quedé. No me arrepiento».
Por su parte, Mauro Silva también tuvo la oportunidad de marcharse a un grande, en concreto al Real Madrid. En esta ocasión, fue el propio futbolista el que se negó a abandonar el club tal y como explica en una entrevista concedida al diario ABC: «Irme era mandar un mensaje a la sociedad de que el dinero lo podía todo, y en mi caso al menos no es así. Construí una historia muy bonita con el Deportivo y nunca me arrepentiré de aquello. Todo lo que yo viví allí no se paga con dinero».