Jan Jongbloed, el portero de ‘La Naranja Mecánica’ que jugaba con el 8

Jan Jongbloed, el portero de ‘La Naranja Mecánica’ que jugaba con el 8
La amistad entre Johan Cruyff y Jan Jongbloed pudo ser clave para que el arquero tuviera un lugar en aquella Holanda de 1974 y 1978 (Foto: Tomikoshi)

La figura de Jan Jongbloed llama la atención desde el primer momento. Cuando uno se pone a ver imágenes de la mítica ‘Naranja Mecánica’, aquella selección maravilló al mundo en el campeonato del mundo de 1974 celebrado en Alemania, ese portero sin guantes y con el dorsal 8 a la espalda es de lo más llamativo.

El combinado orange, dirigido magistralmente por el mítico Rinus Michels, acudió a la cita mundialista con su gran estrella Johan Cruyff dispuesto a cambiar el fútbol. Su novedosa forma de jugar con un juego combinativo basado en la posesión y en la presión afixiante al rival no se había visto nunca. En aquel equipo todo funcionaba como una orquesta y tanto el técnico como el capitán revolucionaron este juego con el llamado ‘fútbol total’.

Centrándonos en la figura que nos ocupa en este artículo, Jan Jongbloed contaba ya con 33 años cuando fue llamado a filas. Van Beveren, portero titular del combinado tulipán y gran estrella junto a Johan Cruyff, había sufrido una lesión que le hizo llegar muy justo (pero a tiempo) a ese Mundial de 1974. Sin embargo, una discusión suya con Rinus Michels propició que no entrara en la convocatoria.

JAN JONGBLOED Y JOHAN CRUYFF

No está claro cual fue el motivo exacto de la ausencia de Van Bevere, pero las malas lenguas apuntan a Cruyff como principal culpable. Del mismo modo, la presencia de Jan Jongbloed, un veterano guardameta sin experiencia en la selección (había disputado únicamente 4 minutos en un amistoso en 1962), también se achaca a su relación de amistad con ‘El Flaco’.

Sea como fuere, el caso es que Jongbloed encajó bien en aquella máquina perfecta. El portero se defendía mejor con el juego de pies que con las manos, algo que en aquella época no era nada habitual. Prácticamente era el líbero y sus compañeros se apoyaran en él en más de una ocasión. Por si fuera poco, aquella selección decidió repartir los dorsales por orden alfabético (a excepción de Cruyff que tenía asignado el 14 sí o sí) y el arquero jugó con el 8 en la espalda.

Los más críticos pronto tuvieron que guardar los cuchillos ya que hasta los cuartos de final de aquel Mundial de 1974, el cancerbero únicamente encajó un gol y fue en propia puerta (además Holanda venció 4-1 a Bulgaria por lo que no tuvo mayor importancia). Parecía que la arriesgada apuesta de contar con Jan Jongbloed había sido todo un acierto.

Sin embargo, en la final de aquel mundial de 1974 en la que Holanda fue superior pero acabó perdiendo contra los anfitriones alemanes, los dos goles encajados por el meta dieron mucho que hablar. El primero fue un penalti anotado por Breitner en el que Jongbloed hizo la estatua. El segundo, obra de Torpedo Muller, casi sin ángulo, flojito y por el centro, tampoco lo dejó en buen lugar.

Portero Holanda
Una de las foto más icónicas de Jongbloed. Sin guantes y con el 8 a la espalda en la final de 1974 (Pinterest)

Holanda, ya sin Johan Cruyff, volvió a ser finalista en el Mundial de Argentina en 1978. Para sorpresa de todos, Jan Jongbloed repitió en la portería neerlandesa. De nuevo, la derrota por 3-1 contra otro anfitrión, dejó señalado al arquero como uno de los culpables. Los más críticos afirman que con otro portero los tulipanes hubieran ganado dos mundiales seguidos.

La fama de ‘antihéroe’ de Jan Jongbloed siguió creciendo con el paso del tiempo. Ya con 46 años de edad (tiene el récord de futbolista más veterano que ha jugado en la Eredivisie) tuvo que retirarse del fútbol debido a que sufrió un infarto en un entrenamiento. Por si fuera poco, su hijo Erik, también futbolista, murió a los 21 años mientras disputaba un partido después de ser alcanzado por un rayo. Su padre estaba presente en el estadio aquel trágico día.

 

One thought on “Jan Jongbloed, el portero de ‘La Naranja Mecánica’ que jugaba con el 8

  1. Holanda perdió ese Mundial por no convocar a Van Beveren ni a Van der Kuijlen (el máximo goleador histírico de la Eredivisie), ambos vetados por Cruyff. También influyeron las lesiones de los centrales Mansveldt y Hulshoff… y el haber planteado un 3-4-3 en la final, cuando Rinus Israel podía perfectamente haber jugado de segundo central.

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