Última actualización diciembre 25, 2019 por Javier Argudo
Si hay un motivo principal por el que esta página existe es precisamente para revivir historias como la que os vamos a contar a continuación y que tiene como protagonista a Jimmy Johnstone quien lidero a una de las mejores generaciones de futbolistas escoceses que ha existido jamás.
Para ponernos en situación debemos viajar al año 1967. Aquella temporada el Celtic de Glasgow hizo un pleno histórico ganando todos los títulos en los que participó: Liga, Copa, Copa de la Liga, Copa de Glasgow y… Copa de Europa.
LOS LEONES DE LISBOA
Por supuesto, nos vamos a centrar en aquella mítica final celebrada en Lisboa a la que llegaron los escoceses para enfrentarse, ni más ni menos, que al Inter de Milan dirigido por el mejor entrenador del momento, Helenio Herrera, que contaba con un auténtico equipazo con futbolistas del nivel de Facchetti, Domenghini, Cappellin o Corso.
Pero los chicos de la camiseta de rayas verdes y blancas estaban decididos a dar la sorpresa. Especialmente convencido estaba su entrenador, Jock Stein, que desde el principio arengó a sus muchachos para que salieran a por todas: «Si alguna vez en su vida van a ganar la Copa de Europa, tiene que ser hoy».
Aquel Celtic estaba compuesto por un grupo de muchachos que habían nacido y crecido a menos de 20 millas de la sede social del club. Tal como cuenta su gran estrella y uno de los líderes del equipo, el diminuto Jimmy Johnstone: «Éramos un grupo de amigos que crecimos jugando juntos. La clave de lo que pasaba dentro del terreno del juego era que éramos una pandilla de amigos fuera de él».
Por supuesto que no fue sencillo levantar aquella Copa de Europa contra el todopoderoso Inter. El propio Johnstone contaba lo que sintieron en el largo túnel de vestuarios cuando los jugadores de ambos equipos coincidieron: «Allí estaban los italianos, altos y bronceados, con sus sonrisas perfectas y el pelo engominado. Parecían estrellas de cine. Incluso olían bien. Y ahí estábamos nosotros, unos enanos sin dientes. Yo no tenía, Bobby Lennox tampoco, ni Ronnie Simpson. Los italianos debían creer que nos habían sacado de un circo».
EL CELTIC CAMPEÓN DE EUROPA
El partido no pudo empezar peor. A los 7 minutos, penalti favorable al Inter, que se colocaba por delante en el marcador y podía jugar a la contra, como más cómodo se sentía. Pero fue entonces cuando el Celtic hizo honor a su gran juego y se lanzó al ataque como si no hubiera un mañana. 42 disparos a puerta, 24 de ellos entre los tres palos, 18 paradas del guardameta italiano y tres balones a los postes resumen a la perfección el asedio escocés.
Todo este empeño tuvo su recompensa y el Celtic logró remontar anotando el empate en el minuto 63 por mediación de Tommy Gemmell y el definitivo 2-1 en el 84 gracias a Stevie Chalmers. ‘Los Leones de Lisboa’, como fueron apodados los protagonistas de esta bonita historia, pasaron a la posteridad para siempre consagrándose como el primer equipo británico en ser campeón de Europa.