Última actualización octubre 29, 2021 por colgadosporelfutbol
Si algo tiene el fútbol es su emoción, sorpresas y actores que en un principio parecían tener un papel secundario, pero que acaban convirtiéndose en auténticos protagonistas. Este es el caso de Suecia en el Mundial de USA 94.
Sin duda, los suecos fueron la atracción estrella de aquella Copa del Mundo de EEUU 1994 que terminó levantando Brasil. Su meritorio tercer puesto fue recibido con los brazos abiertos por la gran mayoría de aficionados a este deporte, que vibraron y, en muchos casos, alucinaron con la hazaña del combinado nacional procedente de Europa.
La Suecia de USA 94, un equipo que desde el inicio tubo que pelear
El seleccionador Tommy Svensson se plantó en Estados Unidos con el objetivo de llegar lo más lejos posible en la competición. No obstante, sabía que la misión no iba a ser fácil, sobre todo porque desde la fase de grupos la cosa pintaba, como se suele decir, muy ‘chunga’.
Suecia debía pelear por pasar a la siguiente ronda con la todopoderosa Brasil, la combativa Rusia y Camerún, un potente rival que en la edición anterior llegó hasta los cuartos de final.
El camino arrancó con un meritorio empate a dos ante los africanos, que sirvió como antesala para la flamante victoria por 3-1 frente a Rusia.
Sin embargo, esos 4 puntos no les servían a los amarillos para sellar el pase a octavos, por lo que el choque ante la ‘verde amarela’, quien ya había ganado sus dos partidos, sería decisivo. Finalmente, el combinado sueco ofreció su mejor versión y cosechó un empate a uno ante Brasil que le permitía seguir avanzando.
De nuevo Brasil, pero esta vez no pudo ser
Suecia entera estaba eufórica, y no era para menos. Su selección continuaba en el Mundial, hasta el punto de plantarse en semifinales gracias a eliminar a Arabia Saudí (3-1) y Rumanía (2-2; y 4-5 en penaltis).
Pero el destino quiso que otra vez llegara Brasil, y en esta ocasión los sudamericanos no fallaron y se llevaron el triunfo por un ajustado 0-1, gracias a un tanto de Romario a falta de 10 minutos para la conclusión.
Nadie podría reprocharle nada a Suecia, un equipo que se había dejado todo, que llegó muy lejos y que compitió a un nivel extraordinario.
Es más, en la pelea por el tercer y cuarto puesto despachó a Bélgica por la vía rápida: 4-0.
Con aquel encuentro, los suecos ponían punto y final a una de las aventuras más bonitas de su historia, la cual estuvo muy cerca de asemejarse a la gesta lograda en 1958, donde terminaron subcampeones del Mundo tras caer también con Brasil. Fueron una de las revelaciones del torneo junto a la Bulgaria de Stoichkov y compañía.