Última actualización diciembre 15, 2023 por colgadosporelfutbol
Es uno de los fichajes más extraños de la historia del Real Madrid. Llegó procedente del Mérida con el que logró el ascenso a Primera División y fue uno de los jugadores más importantes del equipo. Su fichaje fue recomendado por el mismísimo Fabio Capello, sin embargo, la cosa no salió bien y apenas permaneció en el club 4 meses. Hablamos de Manolo Canabal.
El jugador gallego se había formado en las categorías inferiores del Pontevedra y empezó a destacar en el primer equipo en la temporada 94-95 con tan solo 20 años de edad. Una temporada después el Leganés se hizo con sus servicios para jugar en Segunda División pero no tuvo minutos y fue uno de los descartes. Curiosamente, el Mérida (que militaba en Primera División) lo fichó ya pensando en la siguiente temporada ya que se encontraba prácticamente descendido. Esa temporada disputó 1 minuto en la máxima categoría con el club romano.
Fue la campaña 96-97 cuando Canabal se hizo con un puesto de titular y brilló. El equipo logró el ascenso tan solo un año después de haber descendido y el espigado jugador (1.90 metros de altura y 90 kilos de peso) fue una pieza clave anotando 10 goles sin jugar de delantero centro puro.
Fue entonces cuando la cosa seguramente se desmadró. Fabio Capello antes de abandonar el Real Madrid aconsejó el fichaje de «ese chico del Mérida» ya que consideraba que iba a ser una de las sensaciones de la Liga en un periodo corto de tiempo. Lorenzo Sanz no se lo pensó y pagó por él 800 millones de pesetas (sus compañeros Suker y Mijatovic habían costado 600 y 1.200 respectivamente).
La aventura de Canabal en el Real Madrid no tuvo buen final
Pero la aventura de Canabal en el Real Madrid duró bien poco. Esa campaña 97-98 el nuevo técnico, el alemán Jubb Heynckes, no contó con él y el futbolista no llegó a debutar con la camiseta merengue en partido oficial. Si lo hizo en su debut en el Trofeo Santiago Bernabéu donde además marcó el único gol del partido contra la Portugesa. Cuatro meses después de su fichaje fue cedido al Real Valladolid. Eso sí, se marchó con la condición de poder cobrar prima en caso de que el club merengue ganara la Champions como así fue.
En Pucela tampoco tuvo excesivo éxito y fue pasando por distintos equipos de Primera División como el Alavés (con el que le marcó un gol al Real Madrid en Medizorroza), Rayo Vallecano y Málaga. En La Rosaleda es donde tuvo algo más de continuidad ya que permaneció 4 temporadas con unos números más aceptables. Finalmente fichó por su club de toda la vida, el Pontevedra, donde se retiró con tan solo 30 años debido a una lesión en la espalda.
Según explicó el propio futbolista en una entrevista en La Voz de Galicia una vez retirado: «Mis compañeros en el Real Madrid se metían conmigo porque iba a entrenar con mi Volkswagen Golf que me había comprado en Mérida y que me duró bastantes años. Ellos iban con Ferraris y coches de alta gama». La historia de un chaval de lo más normal que siempre podrá decir que compartió vestuario con grandes estrellas aunque fuera por poco tiempo.