Última actualización agosto 22, 2020 por Javier Argudo
Hoy os contamos una de esas historias curiosas que tanto nos gustan. Tenemos que viajar a la temporada 1993-1994 en la que la UE Lleida hizo historia en Primera División ganando tanto al FC Barcelona como al Real Madrid aunque, eso sí, no le sirvió para evitar el descenso.
Se jugaba el 20 de noviembre de 1993 un partido en el Camp Nou que enfrentaba al FC Barcelona, líder de la competición en aquel momento, y a la UE Lleida que llegaba al coliseo culé como colista. Nada hacía presagiar una posible sorpresa y todo el mundo daba por hecha la victoria local. Bueno, no todo el mundo ya que el portero visitante, el croata Ravnic, tuvo bien claro que el signo que debía colocar en la Quiniela en ese encuentro era un «2».
El Barça dirigido por Johan Cruyff en el banquillo salió con una alineación muy reconocible con Laudrup, Bakero, Stoichkov, Romario… dejando únicamente a un titular habitual como Koeman en la suplencia. El Lleida aguantó como pudo, con una defensa ordenada y sin conceder muchas ocasiones de gol a su rival. Sin embargo, al filo del descanso, el árbitro señaló penalti a favor de los locales por derribo a Stoichkov dentro del área.
Fue en el ese momento cuando Ravnic, portero que había firmado buenas temporadas en el Real Valladolid años atrás y había sido partícipe del ascenso del Lleida la temporada anterior, se erigió en protagonista del encuentro. El cancerbero croata no se puso nervioso y atajó el lanzamiento de Romario. El partido se fue al descanso con el 0-0 inicial y los ilerdenses seguían vivos.
EL GOL DE JAIME PARA EL LLEIDA
La segunda parte volvió a ser un calco de la primera. El Barça tenía la posesión pero no creaba ocasiones claras mientras que el Lleida se iba animando a pisar el área rival cada vez con más peligro. En una de esas, cuando solo restaban 3 minutos para el 90 de partido, Jaime Quesada hizo un golazo histórico que le daba la victoria a los visitantes dejando helado el Camp Nou en el que solo se oían los gritos de la afición ilerdense.
La anécdota la puso Ravnic que confesó al final del partido que tenía 14 aciertos en la Quiniela y que, por supuesto, había apostado por al victoria de su equipo en el Camp Nou esa noche. Ese no sería el único triunfo de prestigio de aquel equipo como hemos dicho al inicio del artículo ya que el conjunto dirigido por Mané lograría derrotar al Real Madrid en el Camp d´Esports provocando la famosa bronca de Benito Floro a los jugadores madridistas.