Última actualización septiembre 6, 2020 por Javier Argudo
Como siempre que escribo sobre este futbolista debo reconocer que no soy para nada objetivo ya que siento una debilidad especial por él tanto como jugador como entrenador. Aunque soy consciente de que no era perfecto y que su carrera también tuvo sombras, hay que reconocer que incluso la retirada de Johan Cruyff fue colosal.
No hace falta decir que Johan fue un ídolo y leyenda del Ajax de Amsterdam. No en vano, el estadio del equipo holandés lleva su nombre actualmente desde el fallecimiento del mítico futbolista y entrenador tulipán. Sin embargo, su relación con el club (o mejor dicho con su directiva) no fue la mejor en la recta final de su carrera como jugador.
Pero para comprender bien todo este asunto conviene retroceder unos años en el tiempo para contextualizar bien la historia. Después de 5 grandes temporadas en el FC Barcelona, Cruyff se dedicó a hacer fortuna en Estados Unidos donde jugó en Los Ángeles Aztecs y en los Washington Diplomats. Después de dos temporadas en las américas aún tuvo tiempo de sorprender a propios y extraños con su fichaje por el Levante UD de la Segunda División española en le que militó media temporada en 1981.
Después de estos años «raros» en los que daba la impresión que el crack holandés estaba dando sus últimos coletazos, le llegó la oportunidad de regresar al Ajax. Con 35 años, el mito regresaba a casa y, para sorpresa de muchos, lo hizo en buena forma. A pesar de su edad, logró sumar dos nuevos títulos de Liga para su equipo. Pero fue entonces cuando la directiva del club le decepcionó no ofreciéndole la renovación del contrato.
LA RETIRADA DE JOHAN CRUYFF
Cruyff, tremendamente humillado y despechado no se le ocurrió otra cosa que fichar por el Feyernoord, su eterno rival. La noticia, fue un jarro de agua fría para la afición del Ajax que no entendía como su gran estrella iba a vestir la camiseta del enemigo.
En el primer enfrentamiento entre ambos equipos Johan Cruyff sufrió, seguramente, la derrota más humillante de toda su carrera. Un Ajax estramotivado aniquiló al Feryenoord por un sonrojante 8-2. Era el final de un mito… o no.
No solo vengaremos esta derrota sino que seremos campeones de Liga y Copa»
Lo primero que hizo Johan al finalizar el partido fue subir la apuesta: «No solo vengaremos esta derrota sino que seremos campeones de Liga y Copa». Estas palabras sonaron como las de un viejo que empieza a delirar, más aún teniendo en cuenta que el Feyenoord llevaba 10 años sin conseguir el título liguero que se habían repartido el Ajax y el PSV con una pequeña intromisión del Alkmaard.
Pues resulta que el Feyenoord, liderado por un viejo Johan Cruyff y un jovencísimo Ruud Gullit, consiguió el doblete, tal y como había prometido su gran estrella, que colgó las botas al final de aquella temporada 1983-1984 y fue sacado a hombros por sus compañeros y aclamado por los aficionados del «enemigo».
Después de aquello, coincidiendo con el cambio de directiva en el Ajax, Cruyff regresó al club de sus amores para triunfar como entrenador, lo que le sirvió para dar el salto al FC Barcelona donde continuó cosechando éxitos y haciendo historia como uno de los mejores técnicos que se recuerdan.