Última actualización septiembre 21, 2019 por Javier Argudo
Es uno de los derbis más calientes del planeta. Inter y Milan dividen la ciudad en dos y la convierten en una de las capitales más importantes del mundo futbolístico en el conocido como Derby della Madonnina.
En 1990 ambos clubes, con permiso del Nápoles de Diego Armando Maradona, tenían una lucha atroz por convertirse en el mejor equipo de Italia. No en vano, interistas y rossoneri contaban con dos tripletas que dominaban el fútbol europeo por aquel entonces.
En aquella época en la que únicamente se podía contar con tres extranjeros en la plantilla, el Inter de Milan inscribió a tres jugadores alemanes: Jürgen Klinsmann, Lothar Matthäus y Andreas Brehme. Por su parte, el Milan de Arrigo Sacchi presentaba un trío holandés temible: Marco Van Basten, Ruud Gullit y Frank Rijkaard.
Casualidades de la vida, el destino quiso que Alemania y Holanda se vieran las caras en octavos de final un 24 de junio de 1990 precisamente en San Siro, estadio que comparten Inter y Milan, con las estrellas de ambos equipos frente a frente pero esta vez con las camisetas de sus respectivas selecciones. Precisamente dos años antes ambos combinados nacionales se habían enfrentado también en la Eurocopa de 1988 que acabó ganando Holanda pero en aquella ocasión únicamente Gullit y Van Basten jugaban en Italia.
RIJKAARD Y VÖLLER EXPULSADOS
La tensión se palmó desde el primer instante en el partido y ya en la primera parte, Rijkaard y Völler fueron expulsados. El holandés vio amarilla por una dura entrada sobre su rival que protestó y también vio la cartulina. Por si fuera poco, Rijkaard le escupió y en una jugada posterior ambos volvieron a encararse. El colegiado acabó enviándolos a la caseta a ambos antes de tiempo.
Finalmente Alemania logró imponerse en aquel particular Derby della Madonnina por un resultado de 2-1 con goles de los interistas Klinsmann y Brehme (por parte de Holanda marcó Koeman de penalti) cobrándose así la ‘vendetta’ de la Eurocopa del 88. De esta forma, los alemanes del Inter se impusieron a los holandeses del Milan y finalmente lograron levantar el título de campeones del mundo en aquella edición.