Última actualización diciembre 10, 2019 por Javier Argudo
El resultado final fue 2-1 para el RCD Espanyol, pero todo el mundo recuerda, prácticamente como único, el gol de Raúl Tamudo. El delantero, experto en hacer goles importantes, sorprendió a Toni, guardameta del Atlético de Madrid, apareciendo por detrás mientras el portero rojiblanco botaba el esférico.
El ariete perico se hizo con la pelota, regateó a Toni e introdujo el cuero en el fondo de la red. Sin duda fue un gol nunca visto que se grabó en la memoria de los que seguíamos el fútbol en aquella época.
El gol fue una losa para el Atlético de Madrid que ya no se pudo levantar en aquella final disputada en Mestalla un 28 de mayo de 2000. A cinco minutos del final del partido, Sergio hacía el 2-0 para el conjunto blanquiazul y prácticamente sentenciaba el encuentro.
Sólo el gol de Hasselbaink en el 90 puso algo de emoción a los últimos instantes de partido. El RCD Espanyol lograba ese día un nuevo título de Copa después de 60 años de sequía (su último título copero se remontaba a 1940).
EL TAMUDAZO
Posiblemente ese fue el gol más famoso de la carrera de Raúl Tamudo, pero no fue el único, ni mucho menos. De hecho, el atacante ocupa el primer lugar en la lista de los máximos goleadores del RCD Espanyol.
No en vano, uno de ellos, el marcado al FC Barcelona en el Camp Nou y que significó el 2-2 definitivo a falta de un minuto para el final del partido, se conoció como ‘El Tamudazo’ y puso en bandeja el título de Liga para el Real Madrid. Ocurrió el 9 de junio de 2007 y el equipo de Capello se proclamó campeón una jornada después.
TAMUDO SALVA AL RAYO VALLECANO
No todos los goles importantes del jugador de Santa Coloma de Gramanet fueron con el Espanyol. Los aficionados del Rayo Vallecano siempre tendrán a Raúl Tamudo en el corazón. El jugador catalán, que jugó en el conjunto de Vallecas en la temporada 2011-2012, pasaría a la historia del equipo al marcar en el último suspiro de la última jornada, el gol que daría la permanencia al equipo madrileño contra el Granada. Ese gol condenó al Villarreal al descenso.